La novelista y el alquimista
El pasado junio el Royal Ballet de Londres presento el ballet, ¨Como Agua para Chocolate¨, inspirado en la novela de 1989 de la escritora mexicana, Laura Esquivel llevando todo el realismo mágico de nuestra literatura a la danza clásica contemporánea al tiempo que abre un nuevo referente histórico.
El ferviente público que acudió con grandes expectativas al Royal Opera House, quedó atrapado por la trama, la magia del movimiento que alcanzo a transmitir sentimientos y tradiciones tan profundas como fantásticas como lo relata la escritora en su exitosa obra, aclamada y traducida a más de 30 idiomas.
Llevar una obra literaria o novela al ballet es siempre un gran reto, ya que el lenguaje en ballet es el movimiento y se requiere de un profundo conocimiento y experiencia para conservar los elementos narrativos pues no siempre todo se puede ajustar a la letra.
No hay que dejar de ver la importancia del punto de equilibrio, pues la trama tiene que estar sujeta a lo que se pueda expresar a través del lenguaje propio del ballet con todo su virtuosismo, arte que dispone para transmitir.
La novela de Laura no es una excepción y representa una gran desafío por su complejidad y simbolismos pues transcurre entre los planos de lo real y sobrenatural.
Es una obra que requiere algo de previo conocimiento para mayor comprensión.
Para un publico de estreno, que ovaciono la obra de pie, el misterio o la magia del ballet logro conectarlos en una extraordinaria fusión entre la narrativa, danza y teatralidad.
CHRISTOPHER WHEELDON
El éxito de esta creación estuvo a cargo del inglés Christopher Wheeldon, un extraordinario coreógrafo internacional y director artístico asociado del Royal Ballet que ha dejado su marca desde sus inicios en el New York City Ballet como coreógrafo residente en 2001 así como por todas las compañías de mayor prestigio por donde ha trabajado.
Christopher Wheeldon, vio la versión cinematográfica del libro del director Alfonso Arau de 1992, y como el ha dicho en algunas entrevistas , quedo muy impactado y la idea de un ballet nunca dejo su mente.
Después de mucho tiempo, buscó encontrarse con la escritora y la idea culminó en una maravillosa y entusiasta colaboración.
"Al tomar en sus manos la novela Como Agua para Chocolate, fue como un alquimista", según comenta la propia autora".
Para esta gran producción, Wheeldon contó con la participación de un extraordinario equipo de grandes talentos.
ALONDRA DE LA PARRA COLABORA EN ESTE PROYECTO
La composición musical estuvo comisionada al también británico Joby Talbot, apoyado por la asesoría y conducción de otro talento mexicano como es Alondra de la Parra, y como invitado especial el guitarrista Tomás Barreiro.
El espectacular diseño visual fue de Bob Crowley y la iluminación de Natasha Kats.
La genialidad de Crowley es de admirarse, pues recurrió a fuentes de inspiración de los grandes maestros en arquitectura mexicana como es Luis Barragán y el diseño del vestuario fue la evocación de los trajes documentados durante la época revolucionaria.
Y como si el talento de nuestro país fuera poco, en la musicalización se incluyó parte de un poema de Octavio Paz, interpretado por Sian Griffith.
ORGULLO PARA MÉXICO... EN MEDIO DE TANTO BARRUNTO
Todo esto nos llena de orgullo, nos conmueve ver brillar nuestra cultura en uno de los foros de más prestigio en el mundo y solo esperaríamos en el futuro tener la oportunidad de ver esta producción en nuestro País, que lleva todo el sabor a México.
Por el momento solo está anunciada próximamente en Nueva York y California con el American Ballet Theatre, coproductora de este espectáculo.
Poniendo ya a un lado todo el fenómeno que ha sido esta obra, quiero destacar lo que para mi ha sido algo sumamente relevante y que en la historia del Ballet tiene una importancia sorprendente que no podemos pasar por inadvertida.
!LAURA, LAURA!
La novela de Laura Esquivel es una de las pocas obras literarias que escritas por una mujer que ha sido llevada al Ballet.
Esquivel se coloca al lado de grandes ilustres escritores que han inspirado muchos de los grandes ballets que hoy admiramos.
Autores desde el Renancimiento, el Romanticismo, hasta el modernismo, han inmortalizado sus historias también través del ballet.
A LA ALTURA DE LOS GRANDES
Los autores, si reparamos por unos momentos, son en su mayoría poetas, dramaturgos, novelistas, fantásticos narradores de los principales diferentes movimientos literarios y casi todos del género masculino.
Basta recordar obras favoritas de todos los públicos hoy desde Giselles, Cisnes, Quijotes, Romeos y Julietas, Bellas Durmientes, Onegins ,Ana Karerinas, Corsarios, Pájaros de Fuego, y miles que hoy siguen presentándose renovadas, revisadas por reconocidos coreógrafos para las grandes compañías .
Los autores, a los que hoy se suma nuestra admirada escritora Laura Esquivel son toda una constelación de genios.
Basta mencionar a Cervantes, Shakeaspere, Byron, E.TA Hoffmann, Perraut, A Pushkin, L. Tolstoi, A. Dumas, Kalidasa, entre otros consagrados.
Hoy en esta expresión del arte Laura Esquivel ha dado un importante paso y abre un camino en la continua búsqueda de la equidad de género.