Mi amigo 'El Mago' y la filantropía
Continuamente se los entregan, se los dan, lo reconocen, le dan diplomas.
Es un honor estar con él y con su bella Susy. Escribí sobre él cuando se ganó el premio Juan Ramón Jiménez, en España.
Margarito Cuéllar fue premiado recientemente en China con el Golden Magnolia 2021 Shanghai.
También el artículo que saqué del cajón del escritorio. Mi amigo Plácido Garza lo había descrito mejor, yo pensé: "ahora me toca a mí, que me gusta tanto la civilización china y sus poemas".
Nadie pensaría que ese hombre chiquito y flaquito pudiera traer tantos poemas dentro. Tal como un mago los saca del sombrero de sus bolsillos, y de de su bolso que lleva la bella Susy que nos distrae con su baile y su sonrisa alrededor de él cuando los saca de sus zapatos.
No sabría decirles cuántas veces lo han reconocido desde que lo conozco hace más de 30 años, pero siempre ha estado colaborando conmigo cuando los buenos gobernadores y alcaldes me han llamado para asesorarlos en la labor cultural. Nunca nos hemos metido ni enredado en política, eso se los hemos dejado a los profesionales de la traición y los enredos.
Él siempre supo que estábamos allí junto con Rogelio Villarreal, el Profesor Segura, Julio César, Carlos Morales y muchos más para apoyar, hacer cultura y llevarla junto con Carmen Alardin y Ramiro a los camiones a la salida de los cines junto con lo ciegos que cantaban las gestas de los corridos al Mercado Juárez con poesía Coral y a la plaza de Chorro a cantantes de Ópera.
No se le olvidará a nadie de Anáhuac German Dehesa bailando "La Mosca Parada en la Pared" y durmiendo en un catre, ni
el habernos sentado en la Plaza Hidalgo con Carlos Fuentes de su última novela y Jean Serberg, o el desayuno regalado por el señor Montemayor de tamales para 100 artistas de Elena Garro y Andrés Montes de Oca con sus Gatos de Azotea y el Ballet Nayapan de Paty Segura.
Mi hija Sonya que es historiadora y me contaba que Luis XIV tenía a todos los artistas en su corte, la cultura era elitista y religiosa, y solo los miles de nobles que vivían en Versalles los disfrutaban, pinturas, ballets, obras de teatro...
A pesar de que el rey o monarcas les pagaban, sus obras se presentaban, leían e interpretaban dentro de sus palacetes.
Más un buen día, dejó de tenerlos bajo su mando y al parecer, estos se fueron a las calles de Paris y allí comenzó la cultura a expandirse, por lo que fueron libres de hacer todo sin amos, pero comenzaron a cobrar por sus obras.
Y así es Samuel y Luis Donaldo, a apoyarnos pero con libertad y tendremos muchos magos en Nuevo León.
El Ballet Nayapan lo llevamos a concursar a Europa con la generosidad de un distinguido empresario, y así es debemos acostumbrarnos a la cultura de la filantropía.
Había 400 clubes de poesía, bailes, canto, folklore, gratis para escuelas de gobierno y colegio de escritores.
La iniciativa privada nos apoyaba mucho porque sabían que lo que nos dieran, sería bien usado para la gente.
La maestra Isabel Morales apoyaba en todo lo que llevamos a cabo, pues teníamos también las direcciones de Enrique Maldonado, Luis Martín, Rosario Zambrano, Alejandra Rangel, Irma Braña, la arquitecta Imelda y todos trabajaron muy bien, también Luis Martin llevaba de maravilla el Teatro de Ciudad.
Berta Alicia Cantú, que nos ve desde las estrellas, lideraba también un grupo de voluntarias, y puedo decir que fue una mujer excepcional, poeta, pintora, licenciada en Leyes, toda una belleza que además, fue Reina de la Universidad.