No jalen que descobijan
El 22 de marzo del 2021 entraron en efecto las reformas al artículo 8 de la Ley Federal de Cinematografía, las cuales dictan que nuestras moribundas salas de cine solo podrán exhibir las películas extranjeras en su idioma original, con subtítulos obligatorios, suprimiendo así el doblaje.
El argumento plausible de las autoridades es que a través de esta medida, se garantiza la inclusión de las personas con discapacidad auditiva a la cultura.
¿Y DONDE QUEDAMOS QUIENES TENEMOS DISCAPACIDAD VISUAL?
No lo dudo, y me da mucho gusto por las personas sordas, pero ¿y dónde quedamos las personas con discapacidad visual?
Si bien hablo inglés, siempre opto por películas dobladas al español. Debido a que frente a una pantalla de cine, mi único sentido guía es el oído, quiero absorber toda la información auditiva que pueda.
Ver películas en inglés me distrae mucho mentalmente, pues ni conozco todas las palabras en inglés, ni toda la jerga, ni estoy acostumbrado a todos los acentos.
RELLENO LOS HUECOS VISUALES CON MI IMAGINACIÓN
Además de rellenar los huecos visuales con mi imaginación y dar un sentido a la trama a partir de lo que escucho, mi cerebro se queda deduciendo el significado de ciertas palabras o frases y me pierdo en la trama.
Quizá usted no sepa, pero el remedio incluyente para que las personas con discapacidad visual gocemos de series y películas se llama audio descripción, la cual es una voz en off que describe los sucesos visuales de una escena cuando los actores no están hablando.
El audesc (pa la raza) es una gran herramienta para la gente ciega, pero no vaya a pensar que nuestras autoridades o que Sergio Mayer nos dan acceso a ella; son plataformas como Netflix y otras las que la han incorporado a sus producciones, o son esfuerzos aislados de individuales u ONG que producen estas audio descripciones.
NOS QUEDAMOS SOLOS
Es maravilloso, pero si bien el audesc nos permite seguir la trama de una serie, está provocando que la gente ciega se aísle aún más, pues se quedan en casa viendo Netflix, ya no necesitan de la compañía normovisual para que les describan lo que pasa en la pantalla, yahora prefieren esta modalidad autónoma pero aislada que participar en sociedad y salir al cine.
No creo que estas reformas que han entrado en vigor y que eliminaron el doblaje sean totalmente incluyentes.
Incluyeron a unos y nos excluyeron a otros
Quizá aliente a la gente sorda a salir a las salas de cine, pero a la gente ciega nos empuja a quedarnos en casa. Ahora sí que como dicen: ¡no jalen que descobijan!
Error grabe de las autoridades correspondientes. Quitarles a unos para darles a otros no es inclusión.