¡REPUGNANTE! De la alegría a la muerte...
Indignante, inhumano.
Ayer no pude dormir ante tal acto de barbarie, es un hecho que nos oprime el pecho a todo los mexicanos, nos entristece, nos decepciona, nos da coraje, impotencia.
Cuando el Atlas se disputaba con los Gallos de Querétaro en el estadio La Corregidora en Querétaro, comenzó - de la nada - a formarse una trifulca entre aficionados, sobre todo de la barra.
Lo curioso: la seguridad abrió las puertas hacia la cancha y no actuaron como su rol lo indica.
Tras estos hechos, se suspendió el partido y la Liga MX también anunció que la jornada dominical tampoco se llevaría a cabo.
La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y las autoridades informaron de manera oficial que 26 personas recibieron atención médica.
Pero, extraoficialmente se maneja la cifra de 17 muertos y 100 heridos.
Imágenes que dicen más que mil palabras.
¿Lo peor de todo?
Echaron a perder lo que para un niño era ir a disfrutar de un partido al estadio con su familia, su emoción de ver al equipo favorito, con la camiseta puesta, estar cerca de los jugadores, disfrutar y ser feliz con cosas simples.
Terminaron con esa paz y tranquilidad por parte de los papás al llevarlos a un estadio y regalarles un momento de alegría.
Terminaron con la inocencia.
Su deporte favorito se manchó, su idea de que llegue el fin de semana para ir a apoyar a su equipo se nubló.
Los niños que vivieron esto estarán confundidos, sintieron la angustia de los papás, la tensión del ambiente, los golpes, la violencia... ¿qué pensarán ahora?
¿Cortina de humo?
Usuarios comenzaron a publicar en redes sociales que ante el problema que surgió por la circulación de los audios de Gertz Manero y el juez de la SCJN Arturo Zaldívar, pudo ser un acto premeditado para que todo México se enfoque ahora en la trifulca y masacre de Querétaro.
¿Tú que piensas?
Después de dos años de pandemia, con incertidumbre, sin poder disfrutar las calles, los eventos, a la gente... se usó de la peor manera el semáforo verde para salir y ocasionar estos hechos que avergüenzan, indignan y muestran que el país está lleno de odio, de competencia tóxica, de criminales.
El fútbol mexicano se manchó, la algarabía, los nervios de emoción, los gritos de alegría, la agradable convivencia, las porras se apagaron...
México es un país totalmente polarizado, sin estado de derecho, sin justicia, sin una ley que proteja.
Descansen en paz aquellos que salieron para disfrutar de un simple partido de fútbol y nunca más volvieron a casa...