Sheinbaum aplasta a Ebrard

Agustín Gutiérrez Canet DETONA el demoledor encabezado de Forbes: “Sheinbaum aplasta a Ebrard”.
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Sheinbaum aventaja a Ebrard con 23 puntos, según la encuesta de De las Heras-Demotecnia, publicada el 15 de agosto por la revista electrónica de negocios.
Sheinbaum de México gana ventaja en la carrera por la nominación. El segundo lugar, Ebrard, se está quedando más atrás, según una encuesta de Citi.

El portal financiero informa que Sheinbaum es la preferida por 29% de los votantes, por encima del 18% que dice que elegiría al ex secretario de Relaciones Exteriores, lo que indica una brecha cada vez mayor entre los dos políticos.

Ayer El Universal le dio a la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México 35% contra 22% de Ebrard, una ventaja de 13 puntos, según la empresa Buendía & Márquez.

También El Financiero colocó a Sheinbaum con 32%, diez puntos por encima de Ebrard, 22%.

El Heraldo reveló que entre los simpatizantes de Morena prefieren a Sheinbaum con 30.4%, a Adán Augusto con 23.3% y en tercer lugar Ebrard con apenas 21.8%.

Ebrard es el único responsable de la debacle de su pésima campaña, en la que un día hace el ridículo de bailar “No rompas más mi pobre corazón” y luego promete derribar el muro con Estados Unidos, cuando él fue quien como canciller se dobló ante Trump para desplegar la fuerza militar en la frontera.

Forbes, Bloomberg, El Universal, El Financiero, El Heraldo y otros medios nacionales y extranjeros que no lo favorecen, todos están pagados por Sheinbaum, según Ebrard.

A doce días de la encuesta de Morena, desesperado ante la debacle demoscópica, Ebrard acusó ayer a Sheinbaum de acarreo, pago de encuestas falsas, uso masivo de la Secretaría del Bienestar con brigadas diciendo que el Presidente quiere que sea Claudia, e incluso la acusó de orquestar una campaña negra en contra de su familia.

“Tú ganaste pero yo te apoyo”, repitió ayer Ebrard su trillado chantaje a López Obrador cuando en 2011, a pesar de que perdió en tres de las cinco preguntas para decidir al candidato presidencial del PRD, supone que ahora le toca a él sucederlo en la Presidencia por el hecho de haber reconocido su derrota.

Ebrard se afilió hace solo un año a Morena para poder ser candidato y ahora este neomorenista pretende imponer sus condiciones al partido que no fundó y reclamar a López Obrador la silla presidencial como si fuera su derecho exclusivo.

Ebrard trata de extorsionar al Presidente por supuestas complicidades cuando López Obrador desalojó en 1992 el Zócalo debido a la intervención de Manuel Camacho, al que sirvió como secretario general de Gobierno en el Departamento del Distrito Federal.

Rompe con López Obrador.

Las graves acusaciones de Ebrard significan un tácito rompimiento con López Obrador pero al mismo tiempo le faltó el valor civil de formalizar su renuncia a la candidatura de Morena.

Dante Delgado todavía tiene guardada la candidatura naranja, pues hasta ahora se ha rehusado a unirse a la coalición opositora Va por México, en contra de la opinión de destacados militantes de Movimiento Ciudadano.

  • El chantaje de Ebrard tendrá serias consecuencias.
  • Tiene cola que le pisen.
  • Ya perdió la candidatura de Morena y perderá la presidencia como eventual candidato opositor.
El vulgar ambicioso no entiende que entre gitanos no se da la buenaventura.
Detonamos este artículo publicado por Milenio, con autorización de su autor.
Agustín Gutiérrez Canet

Periodista y Embajador de México en retiro. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Diplomático de carrera, representó a México como embajador en Rumania (2013-2016), en Finlandia, concurrente en Estonia (2008-2013) y en Irlanda (1995-1996). Fue cónsul general en Hong Kong y en Macao (1991-1995), ministro y jefe de cancillería en España (1989-1991), consejero en Italia (1985-1986) y representante alterno ante la FAO en Roma (1986-1987). En la Secretaría de Relaciones Exteriores fue director general de Comunicación Social (1982- 1985) y subdirector general de Prensa Extranjera (1980-1982). De 2003 a 2005 fue coordinador de Información Internacional en la Presidencia de la República y director del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana (1998-2002).