Una reforma que termina con los privilegios
Este lunes, en la Cámara de Diputados tuvimos oportunidad de continuar exponiendo los argumentos a favor de terminar con los privilegios de unos cuantos y de democratizar las instituciones judiciales de México.
Ello, mientras discutíamos en la Cámara de Diputados sobre las reservas con el objetivo de modificar el dictamen que reforma y adiciona la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales en materia de la elección de las personas juzgadoras del Poder Judicial de la Federación,
Desde la bancada de Morena y aliados hemos preferido informar por diversas vías lo que en realidad está pasando, mientras la oposición usaba sus turnos en la tribuna para seguir con los argumentos que han repetido hasta el cansancio, tratando de confundir y de politizar con tintes partidistas la reforma al Poder Judicial, igual que el proceso de insaculación que el sábado se llevó a cabo en el Senado.
Aplaudimos que en la mañanera del pueblo, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo haya decidido que se explicara el proceso que se llevó a cabo en el Senado de la República para las elecciones de jueces, magistrados y ministros que serán votados en 2025 y 2027.
Puntualizó en sus redes sociales la Presidenta de México, sobre este debate de la opinión pública.
Mientras algunos partidos políticos y su comentocracia quisieron magnificar el tema de las contradicciones en la reforma, la realidad es que, dentro de lo que se aprobó en el Congreso, las leyes posteriores derogan todo efecto de las leyes anteriores, a pesar de que nuevamente algunos grupos quisieron hacer una cortina de humo alrededor de una Constitución reformada para beneficio del pueblo.
Como lo dijimos en las asambleas y en diferentes foros antes de aprobar la reforma, sus objetivos y el espíritu constitucional están muy claros:
- Terminar con los graves temas de corrupción que existen en las instituciones judiciales.
- Acabar con los privilegios que unos cuantos ostentan en el poder judicial.
- Construir un sistema de acceso universal real y equitativo de justicia para todos, además, por supuesto, de democratizarlo.
El proceso para que jueces y magistrados sean elegidos por la población ya está en movimiento y, como dice la presidenta Sheinbaum: