¡Ver para creer!
Un usuario de la aplicación relata cómo, después de varios años sin usar la app, al volver a utilizarla, la persona con quien se le emparejó para tener una interacción sexual virtual, ¡resultó ser él mismo!
¡OMAIGOD!
De pronto se encontró frente a un video ¡de él mismo desnudándose y masturbándose!
Ese episodio había ocurrido varios años antes. Se dio cuenta de que esa interacción sexual se convirtió en un video que ahora alguien manipulaba con gran habilidad, pues al chatear con su “yo del pasado” recibía respuestas y el video cambiaba a distintas escenas según sus peticiones. Una gran manipulación digital.
¿Quién no ha escuchado el dicho “ver para creer”? Este se mantuvo infalible durante muchísimos años.
El sentido de la vista se convirtió en el método de comprobación predilecto de los escépticos. Dimos por sentado que si veíamos algo, entonces no había posibilidad de engaño.
¡Bienvenidos a la era digital! En los tiempos actuales este dicho ha perdido su credibilidad y mucha gente ni siquiera es consciente de ello.
La inteligencia artificial y los avanzados trucos y herramientas de edición digital hacen posible modificar imágenes y videos hasta el punto de hacerlos parecer totalmente creíbles.
Muchísimos videos que circulan y que se hacen virales son montajes bien diseñados.
DISTORSIÓN DIGITAL
Incluso los videos que nos llegan de supuestos expertos, científicos o políticos, son, en muchas ocasiones, perfectas ediciones digitales que distorsionan los hechos.
Recuerdo el caso de una persona cercana quien recibió un video de Vladímir Putin. Su discurso estaba subtitulado, y hablaba abiertamente sobre la represión de las personas homosexuales y algunos otros temas polémicos.
Esta persona le envió el video a un ruso que conocía y resultó que la traducción estaba alterada y no correspondía a las palabras de Putin.
LOS SENTIDOS SON SOLO VENTANAS
Como persona ciega tengo muy claro que los sentidos -incluida la vista- son solo ventanas que nos muestran partes de la realidad. Pero la humanidad convirtió a la vista en nuestra ventana favorita.
Todas las ventanas están viciadas, todos nuestros sentidos son falibles.
Hoy probamos comida que contiene saborizantes que la hacen deliciosa al gusto, pero que en realidad ocultan sus pobres propiedades nutritivas.
El sentido del olfato es fácil de engañar. Las marcas de productos de limpieza lo saben, y por eso ponen especial énfasis en sus aromas, ya que estos, al cautivarnos, nos pueden llevar a olvidar la importancia de las propiedades antisépticas del producto.
Hoy, en la era digital, la vista -esa gran predilecta- es la gran víctima de políticos y grupos sociales que pretenden distorsionar o falsear la realidad para fabricar creencias.
¿Qué nos queda?
Hoy nuestro criterio, sentido común y albedrío están exigidos al máximo. A la par, tendremos que desarrollar la habilidad y el hábito de investigar más allá, reflexionar y decidir responsablemente.