Alertas sobre los magnicidios
Magnicidio es el asesinato de una persona con un cargo importante, usualmente una figura política o religiosa.
El magnicida suele tener una motivación ideológica o política, con la intención de provocar una crisis política o eliminar un adversario que considera un obstáculo para llevar a cabo sus planes.
La semana pasada se inició un debate sobre la posibilidad de atentados a los “no candidatos todavía” a la presidencia de la República, particularmente a Xóchitl Gálvez.
Lo que leímos y oímos de los intelectuales orgánicos y transgénicos, anolist@s, oraculares, caricaturistas chayoteros y nuevos adictos al pachiche, además influenceres y otros opinadores de redes, han acusado de un olvido convenciera de la historia y de los hechos para acomodarlos a su muy convenciera modo de vivir.
Han sido y son complacientes con los poderes, permiten por omisión o participación, al no luchar contra el clima y condiciones que precipitan los magnicidios. Borran de la memoria lo que debe contenerse o erradicarse.
Enumeramos algunas señales de alerta:
- Puede tenerse como resultado el magnicidio, si se permite a los poderes generar un clima de polarización, confrontación o intolerancia entre los diferentes sectores sociales, económicos y políticos.
- Otra señal de alerta o un indicador de riesgo de que se pueda producir un magnicidio, es festinar y evidenciar un nivel de hostilidad, de burla, de agresividad o de violencia, contra los otros que no piensan igual y que puede escalar a niveles más graves ya que la violencia verbal puede alentar, estimular, motivar.
- La intimidación se da en el ejercicio del poder gubernamentales ya que conjuntan y articulan recursos, esfuerzos, instrumentos, políticas, servicios y acciones interinstitucionales con objetivos de provocación o amenaza que inhiban la acción de los ciudadanos.
- Otro aspecto violencia es sobredimensionar los valores, logros metas, obras, creando estereotipos, prejuicios y calumnias que son transmitidos a través de los medios oficiales y colaboradores, para que consigan incitar al odio o menosprecio a una persona o grupo o colectivo.
- Utilizar información falsa, incompleta o anular el ejercicio de sus derechos de saber, de preguntar, de solicitar información de la realidad del momento de las acciones políticas y electorales; además de usar todos los medios de comunicación para calumniar, discriminar, degradar, descalificar, difamar o injuriar y violentar condiciones de la igualdad de la sampaña electoral.
- Mediante todos los recursos, conseguir imposibilitar física y psicológicamente la organización y defensa colectiva, política y económica. La naturaleza de los actos de violencia puede ser: física, psíquica, privaciones o sanciones fiscales. La violencia debe ser considerada como resultado final de una cadena de eventos vitales durante la cual los riesgos se van acumulando y potencialmente se refuerzan unos a otros, hasta que la conducta violenta se dispara en una situación concreta.
- La idea de que hay una entidad externa, un grupo, mafia o colusión de personas que ajenas y extrañas a la sociedad que ponen en riesgo su estabilidad; suele ser usada como pretexto y justificación para comenzar a introducir medidas agresivas y violentas pero imperceptibles de control de la población, especialmente de los opositores. Acciones que comprometen el bienestar, libertad y seguridad de las minorías.
En fin, el objetivo de la violencia social, como tal, es la obtención, mantenimiento y acrecentamiento del poder y estatus social.
Y como final de cuentas y en numerosas ocasiones, esta va vinculada a la violencia política en la que se consumen actos fanáticos con el objetivo de mantener poder político.