De maridajes caros y no tan caros
Experiencias que van desde combinar platillos con cócteles bien elaborados y pensados, hasta cenas maridaje con grandes vinos del mundo; sin embargo, una pregunta que recibo constantemente es, si el precio de un maridaje define su calidad, o bien, si necesito invertir mucho para tener grandes experiencias.
La respuesta siempre será… depende.
¿Por qué depende?
Porque recordemos que un maridaje proviene del principio de armonizar sabores, texturas, ¡Y hasta colores!.
Donde se busca resaltar o contrastar uno de otro, por ejemplo, si comeremos chocolate, buscaré una bebida como el café que resalte la intensidad del chocolate y me permita suavizar el dulzor, para hacerlo más agradable.
¿Lo ves?
No necesitó ser nada muy complicado, ni algo que quebrara mi cartera.
Algo tan sencillo como este ejemplo, puede ser un maridaje.
Ahora bien, ¿cómo pudiera armonizar mis platillos con mis bebidas (cócteles, vinos, etc.)?
Empieza tomando en cuenta las siguientes bases: ¿Qué te gusta comer? ¿Qué te gusta tomar?
Esto es importante, porque si me dijeras que nunca has tomado vino, pero viste un maridaje sensacional en redes sociales, quizá ese maridaje no vaya a ser de tu agrado.
Pero si eres una persona que gusta tomar cerveza, y platillos salados, por ahí puedes comenzar.
Una vez definidos tus gustos, puedes tomar dos caminos: maridar la comida, o maridar la bebida.
Ya que hayas tomado la elección, lo siguiente es hacerte una pregunta tan sencilla como: ¿Con qué me gustaría acompañar este platillo? ¿Esta bebida?.
Te darás cuenta que en tu mente evocan muchas respuestas, desde un ceviche sinaloense, hasta el pastel de chocolate más complejo del mundo.
Después de lo anterior, será una cuestión de ir probando poco en poco.
Un bocado de esto, un sorbo de aquello, y prestar atención a los sabores que resaltan en paladar.
Quizá se siente más la sal, quizá más lo dulce, más fruta, más especias.
No pudiera quedarme sin contestar a esa pregunta qué hacíamos al principio, ¿un maridaje tiene que ser caro para ser bueno?
No necesariamente.
Sí, el precio de algunos alimentos/bebidas puede denotar una calidad superior, pero en ocasiones un maridaje puede arrancar desde melón en trozos, con una copa de vino rosado, que es aquí, donde tu deberás ser tu propio juez, hacer tus propios experimentos.
Créeme, en mi paso por el mundo gastronómico, he escuchado lo que he considerado como locuras, que terminan convirtiéndose en mis maridajes favoritos.
Finalmente, recordarte que no necesitas ser un experto gastronómico para hacer tus propios maridajes.
Gran parte de la gastronomía de la que hoy gozamos, se debió a la experimentación, entonces te invito que hagas este ejercicio y me compartas tu próxima gran idea para probarlo.
¡Salud!
- Conocer, es no excederse.