El circo
Todos los días traen novedad. En el recinto se dice una ley. En los tribunales se ampara contra su aplicación.
Así la llevan el ejecutivo y el legislativo de Nuevo Nuevo León.
Desde sus madrigueras, a usanza de cobijo, los grupos parlamentarios están rebasados.
La desinformación de sus asesores, en la aplicación del espíritu de la ley, entre la praxis y la realidad, dista años luz.
Samuel García se aferra a su visión del mundo. Aspira a trascender con bases de ilusionista cósmico. Su secretario de gobierno no tiende puentes. Tampoco negocia. A bomberazos tratan de emparejar la entidad.
La parálisis del congreso del estado es llamada de atención.
A nivel federal, si así lo quisiera Andrés Manuel, enviar auditorias en tropel. Hacer observaciones en todas las secretarias y empresas descentralizadas de Samuel.
Pero no lo va a hacer. El grupo parlamentario de MORENA en Nuevo Nuevo León es débil. Le haría la chamba al PRIAN dando razón de sus dichos.
Samuel ya corre tiempo extra. Todo el aparato burocrático se encuentra descarrilado y sin posibilidad de activación.
En los cafés políticos, con desayuno a granel, la impostura de los grupos de choque, pasan por alto los verdaderos problemas de la región:
- La crisis hídrica va para largo.
- La contaminación no cede.
- Los grupos del crimen organizado hacen de las suyas.
- La movilidad urbana es pérdida de tiempo para quienes cuentan con empleo fijo y bien remunerado.
Añadido al rumor de temblores por la zona del Topo Chico. Entre Monterrey y Escobedo.
El cisma de Samuel y los privilegios de su buen gobierno, ya llega tarde.