El recuento de los años: el sexenio de AMLO
Prometo solemnemente retar los dogmas, el statu quo.
María Fernanda García Sada
El título me recuerda a la canción de Gloria Trevi: El recuento de los daños.
Sabemos cuánto padeció la regiomontana en las manos de un tirano abusador y cómo la transformó para mal hasta que decidió poner límites y salir del hoyo en el que se encontraba, desgraciadamente con costos emocionales y económicos altísimos.
A pesar de todo su dolor, la cantautora nos puso el ejemplo: demostró que sí podemos sobreponernos al autoritarismo y eso es lo que precisamente debe de hacer México en estos comicios.
Me imaginé a México cantando El recuento de los daños a Andrés Manuel López Obrador, le queda como anillo al dedo, pues no se puede deslindar de los graves daños que nos ha causado.
Al título le cambié “daños” a “años” porque, aunque muchos en este magnífico foro se enojen, lo diré tal cual, con todas sus letras: ningún personaje, ficticio o real, es totalmente malo, ni totalmente bueno.
Todo héroe tiene, además de sus virtudes, defectos; a la inversa, todo villano, además de sus defectos, tiene virtudes. Seamos razonables, honestos y justos, pues la condición humana está hecha de contrastes, de claros oscuros.
Con ojos abiertos y la mente lo más analítica e imparcial posible, me interesó escuchar y aprender el punto de vista de morenistas (a quienes conozco de primera mano, respeto y admiro por su inteligencia, capacidad e integridad), para no caer en el comportamiento de manada durante las elecciones. Lean mi artículo ¿Inteligencia o estupidez colectiva? ¡Es más importante que nunca informarse en estos precisos momentos!
Considero que el presidente hizo algunas cosas excelentes, otras, ¡devastadoras! Lastimosamente, creo que pasarán muchos años para recuperarnos. En el recuento de los daños/años, menciono algunas cosas que, en mi opinión, hizo bien y otras muy mal:
Al presidente le agradezco habernos concientizado sobre la situación tan deplorable de los pobres, la elevación radical del salario mínimo, la exigencia del cobro de impuestos a empresas, las brillantes ideas (pero muy mal ejecutadas y presupuestadas) del controvertido AIFA, el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, el corredor transístmico sobre el Istmo de Tehuantepec, el intento de combate contra el glifosato, la prohibición del maíz transgénico y defensa del maíz mexicano, dejar de pagar “chayote” a los medios y la lista sigue.
No le perdono la desproporcionada proliferación del crimen organizado, las cuantiosas víctimas de homicidios, los numerosos desaparecidos, la inundación de drogas que tienen al país dopado, la inflación, el precio de la gasolina y combustibles, la desaparición de instituciones importantísimas, el ataque al INAI, INE y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ofensivas a la libre expresión, a los periodistas y a los medios de comunicación, sus múltiples intentos de la aniquilación de la democracia, sus constantes irreverencias hacia todo y todos quienes prosperan.
No le perdono el rompimiento de relaciones diplomáticas con naciones hermanas, sus ataques a las clases productivas y a la iniciativa privada, su desprecio y vocabulario clasista, el perjuicio de la unión mexicana, es decir, la polarización que ha causado, la destrucción de la motivación “aspiracionista”, la reserva de datos, la falta de transparencia, la corrupción masiva y descarada (incluso de su familia), los desfalcos millonarios, su fachada hipócrita de austeridad (recordemos que se fue a vivir a un palacio).
Tampoco perdono el mandato a los militares de hacer trabajos indignos para ellos, la destrucción de la selva y de los cenotes, la falta de recursos básicos para la supervivencia como el agua, medicamentos y electricidad, la insana, peligrosa y asquerosa contaminación, la monopolización de la política, sus amenazas y persecuciones a los opositores, su intransigencia y autoritarismo, sus abusos, su ego exacerbado, sus presupuestos patitos de obras faraónicas, la falsedad de la venta y rifa del avión presidencial, su hipocresía y mentiras de “yo tengo otros datos”, el huachicol, las cuotas criminales de cobro de piso a los productores, agricultores y comerciantes and the list goes on and on!
Es importante puntualizar que, bajo las malas condiciones en las que nos encontramos, históricamente, los pueblos suelen unirse a través de una inminente amenaza o enemigo común, como un ataque terrorista o una declaración de guerra.
Parecería que, las formas de violencia que sufrimos a diario, (como toda la lista de cosas reprobables que escribí más los desfalcos billonarios a la nación), no nos afecta u ofende a todos cuando debería de indignarnos profundamente.
En cambio (para mi sorpresa y de muchos), ha sucedido a la inversa: nos culpamos unos a otros en lugar de voltear a ver y exigirle a quien lo ha causado todo.
“Cosechamos lo que sembramos” dice un proverbio antiguo.
AMLO ganó por voto de castigo después del hartazgo de presidentes cuyas acciones en los sexenios anteriores descuidaron profundamente a los mexicanos. Lo mencioné en mi artículo anterior y lo vuelvo a decir: México ha sido saqueado desde la época de la conquista.
A ver si gana Xóchitl por hartazgo de regazones de corte comunista que solo incapacitan y empobrecen al pueblo.
En la actualidad, nada ha cambiado. Eso de que no hay corrupción en México y que la 4T es lo mejor para nuestra nación, son dos de las falacias más cínicas que ha creado este gobierno.
Desde hace muchos años, no habíamos padecido tanta división y polarización como en este sexenio, en el que se sembraron el odio y el miedo, las heridas más profundas y mortales, causadas, infectadas, promovidas y diseminadas por la persona que se supone, debería de ser el primero en unirnos: el presidente. ¡Vergüenza! Shame on him! Para ello, requirió evadir, mentir, manipular, engañar y adoctrinar a seguidores que confiaron en él, también recurrió a las tácticas de intimidación. Las formas más eficaces de su propaganda: las mañaneras y el partido Morena.
A ver, los otros partidos también son imperfectos, corruptos e ineptos. Digamos la verdad: están para hacer negocio con su “pan y circo”. No quiere decir que Xóchitl sea como ellos. Tuvo que adherirse a la coalición y, por desgracia, los está arrastrando. Hace falta honestidad y capacidad en general.
¡Pobre México, me dueles!
No obstante, difícil de comprender es la gran herida que nos ha hecho López Obrador al dividirnos, al polarizarnos, porque eso nos debilita, nos destruye como nación.
El presidente parecería desear que México caiga con la intención de tomar control, como lo han hecho los gobernantes en otros países, por ejemplo, Venezuela, Cuba y Colombia. No me explico de otra manera tanto desastre.
Comprendo que es imposible hacer las cosas a la perfección y beneficiar absolutamente a todos. ¡Qué difícil y pesado es gobernar, ser presidente! No obstante, les pregunto seriamente: ¿cómo estaban mejor, en este sexenio o en alguno anterior? Muchos mejoraron su condición, es un sueño vuelto realidad; a la mayoría se les empeoró, se sumieron en una pesadilla. Solo el tiempo y la historia se encargarán de juzgar a cada uno de nuestros gobernantes en el recuento de los daños/años.
A propósito de esto y repasando la historia, recuerdo clarito cuando AMLO tomó posesión de la silla presidencial hace casi 6 años: en su primer discurso dijo que deseaba ser el mejor presidente de México y se comparó con Benito Juárez. Por si no lo saben, Juárez fue un dictador, violó la ley y pretendió conservarse en el poder, solo que, afortunadamente, no se perpetuó porque lo sorprendió la muerte.
Mucho se dice que Claudia es títere de AMLO. Como prueba, no se puede negar que ambos comparten el mismo discurso.
Esa es la estrategia y la forma en la que un mandatario se eterniza en el poder; enferma a cualquiera.
¿Quién ganará las elecciones este 2 de junio? Es un misterio.
Mi amiga, la de las campañas electorales, me dijo que la contienda entre Gálvez y Sheinbaum está muy cerrada.
No es secreto que el presidente con sus “otros datos” ha hecho campaña por nada menos y nada más que 6 años. Pero, ante el reguero caótico que ha dejado en los 4 puntos cardinales, desde Acapulco hasta Matamoros, desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico, la oposición ha ganado terreno. Asevero que somos muchos los no encuestados.
En mi familia (por el lado materno y paterno) sumamos más de 100 personas entre abuelos, tíos, nietos, cuñados, yernos, nueras and so on en edad de votar. De todos ellos, solo sé que 2 votarán por Morena. ¿Habrá sorpresas el domingo?
Al final del tercer debate, preguntaron a los 3 candidatos cómo ejercerían la presidencia y sobre la formación de sus equipos.
Observé que, la única que tiene el objetivo de unificar al país es Xóchitl: dijo expresamente que integraría a gente de todos los partidos a su gabinete.
En mi opinión, muestra a una persona, justa, equilibrada, sin sesgos, corajes o venganzas; es una verdadera jefa, una lideresa presidencial capaz de unificar de nuevo al país. Nos URGE ASAP!
Mexicanos: podemos disentir, concordar respetuosa y pacíficamente en que no coincidimos; tenemos el derecho de mostrar diferentes puntos de vista porque vemos y deseamos abordar las problemáticas y sus soluciones de otra manera.
Sin embargo, la diversidad de pensamiento nos enriquece: avanzamos, nos desarrollamos y evolucionamos con las ideas. Todos podemos aportar.
La disensión no justifica irrespetarnos o despreciarnos.
Este sexenio está reprobado, ha sido especialista para dividirnos; hemos estado en manos de la aversión, del odio, del miedo, de la irreverencia, del maltrato. Hemos estado desunidos como sociedad, como país.
¡Basta de despreciarnos los unos a los otros, de ofendernos, de calificarnos mutuamente como “fifís” y “chairos”! ¿No ven que AMLO es maquiavélico? “Divide y vencerás” del siglo IV AC, es su lema.
La envidia, los celos y el resentimiento permean hasta causar un cáncer llamado polarización.
Necesitamos presidente para todos, no solo para unos cuantos.
AMLO no fue presidente para todos y Sheinbaum es su copycat.
Urge la unión para salir del hoyo al que nos ha metido. Consideremos esto en las próximas elecciones.
México unido: cumple tu obligación y ejerce el poder del derecho que bastante sangre costó a nuestros antepasados. Sal a votar por quien tú creas que es la mejor opción, no por intereses individuales, sino por el bien colectivo, por el bien de todos, por nuestro México lindo y querido este 2 de junio.
MENSAJE FINAL
Para mi papá por su inspiración para el contenido de este artículo.
Agradezco a mis tíos Jaime y Cristina Sada Salinas por su inmenso cariño y numerosas aportaciones. No hay mayor ejemplo de unión familiar que, aunque disentimos en algunas cosas, siempre nos hemos respetado y amado.