La lealtad
La lealtad puede definirse como la inquebrantable convicción de seguir los principios e ideales que la misma lealtad impone.
Partiendo de esta definición universalmente entendible, resulta muy difícil analizar que durante todo el presente periodo presidencial en México, no hubo total lealtad a los principios e ideales que se plantearon con la llamada Cuarta Transformación, independientemente de las controversias u oposiciones que humanamente siempre deben de existir en cualquier modelo político.
Por falta de lealtad, no se lograron muchos proyectos políticos, humanos, y sociales, que de haberlo hecho, hoy estaríamos todos muy beneficiados.
No voy a ahondar mucho en los proyectos que no tuvieron éxito total en México por la falta de lealtad de todos los que participaron en ellos, incluyendo el desabasto de agua, incluyendo el control del narcotráfico, la separación de basura en orgánica e inorgánica, el mantenimiento del metro de la Ciudad de México, la refinación del petróleo, que desde 1938 ya debió de haberse considerado como un derecho para México, y el control de la edificación de las ciudades, por mencionar algunos, pero sí quiero hablar del sistema de salud.
Si todos los médicos, enfermeros y enfermeras, y todo el personal que debió haber sacado adelante al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), lo hubieran hecho con total lealtad, superando todos los pormenores que se presentarían por la misma inauguración del mismo, hoy tendríamos en México el mejor sistema de salud del mundo.
Sería tal como se predijo con la Cuarta Transformación, ya que en México el profesionalismo individual de los médicos y del personal de enfermería es insuperable y único en el planeta tierra, y esto debería de servir de ejemplo para que desde hoy, no desde el próximo gobierno, ya entendamos que la lealtad a nuestros principios e ideales es lo principal que tenemos que aquilatar para lograr ser la potencia mundial que siempre hemos querido ser.
La lealtad durante toda la historia fue la que forjó pueblos, imperios, reinos, y en la actualidad, sociedades progresistas que han hecho que el mundo gire adecuadamente, y eso es precisamente lo que necesita nuestro México: