La legión de los madrugadores

Gerson Gómez DETONA: Apegados al poder, hacen lo mismo todos los días, repiten la retahíla de preguntas, no disimulan en lada el salamerismo; presentan las cartas credenciales, ya son del dominio público la imposibilidad mental de raciocinio.

Pasan por el filtro del jefe de comunicación todas las preguntas.

Así diplomáticamente van doblados a la voluntad del presidente Claudia Sheinbaum Pardo, espiral descendente.

También en el interior del país, como le llaman a la provincia, los virreyes regionales cuentan con el perfil de los interlocutores.

Los dueños ordenan al directivo, baja un poco el tono del tema, pasa a interiores, da carpetazo al asunto.

Significa ajusticiamiento en la publicidad, sin dadivas ningún medio sobrevive.

Los madrugadores acompañan las medias verdades.

  • Sinaloa reina el caos de sangre.
  • Tamaulipas, frontera chica, donde la vida no vale nada.
  • Sonora, el desierto con sus leones del crimen organizado, traga vivos a los aventureros.
  • Nuevo León sueña con soñarse progresista, laborioso y bien pagado.

Soberana voluntad del tesorero.

La mejor nota del día es el fallecido en el table dance, la falta de pagos a los proveedores, la distracción en el incremento de tarifas para el transporte urbano.

El sol sale para todos los legionarios de la santísima inquisición de dientes desafilados, banalidad de banalidades todos es usurpación, por la mañana tres o cuatro horas de algo parecido a la farándula.

Al medio día repiten la dosis de retórica absurda, por la noche el suplicio antes del show de las encueratrices avenidas al catálogo de cambaceo carnal.

La legión se va a la cama.

Solo los propietarios de la noche, quienes hacen guardia, zurcen con poca tela, una manta deshilachada y anodina.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.