Los enemigos de Ildefonso Guajardo
Ildefonso Guajardo es un servidor público íntegro.
He charlado pocas veces con él pero me consta que su desempeño en el gobierno siempre ha sido impecable, desde las épocas en que formó parte del notable gobierno estatal de Natividad González Parás.
Como Secretario de Economía del gobierno federal, Guajardo también se apuntó una buena cantidad de aciertos; el primero, encabezar las negociaciones del T-MEC.
Desde luego, Ildefonso ha cometido errores: el primero, trabajar con el ex Presidente Enrique Peña Nieto.
El segundo, tomar distancia, en aquellos años, del entonces poderoso Luis Videgaray, a quien nunca se le sometió como sí lo hicieron otros miembros del gabinete.
El primer error no tiene por qué provocarle consecuencias legales: trabajar para un presidente de la República no representa, en sí mismo, ningún delito.
Todavía existen servidores de carrera honestos. Y Guajardo es uno de ellos.
El segundo error (sus desavenencias con Videgaray), en cambio, quizá le están costando caro. Videgaray es un apostador y sabe jugar sus fichas.
¿Videgaray tiene algo qué ver con que Ildefonso fuera vinculado a proceso?
Los montos por los que se acusa a Guajardo son muy menores a los imputados a otros ex funcionarios públicos acaudalados y delincuentes de cuello blanco como Emilio Lozoya o Rosario Robles: depósitos por 700 mil pesos en 2014, venta de dos vehículos por 150 mil pesos en 2015 y la no declaración de un cuadro (una obra gráfica) de medio pelo.
Las etapas del proceso judicial contra Ildefonso no comenzaron ayer.
Lo citaron a una audiencia inicial para que el ministerio público presentara las pruebas en su contra que he descrito.
Se le determinaron medidas cautelares que implican la asistencia periódica para firmar y tener prohibida su eventual salida del país. No la tiene fácil.
¿Qué sigue? Calculo que cuatro meses de investigación y luego el juicio que se desprende de la controvertida compra de AgroNitrogenados, una empresa chatarra que adquirió Pemex, de cuyo consejo de administración formó parte Ildefonso Guajardo.
Cuando se acusa a un poderoso, se suele ofrecer la cabeza de otro para salvar la propia.
Es el canje que se hace en las negociaciones extra judiciales.
El 1 de Septiembre, Ildefonso Guajardo tomará protesta como diputado federal ¿Conseguirá Ildefonso su fuero constitucional?
Evidentemente hay personajes en la sombra que no quieren verlo en el Congreso de la Unión.