Perjudicados por el Bernabéu, la ley es la ley
Caminé cinco minutos, localicé mi acceso y, como me sobraban minutos, rodeé el estadio, reinaugurado hace un año. Vi a unas personas que discutían sin reñir, eran de una agrupación de nombre fantásticamente directo: Asociación Vecinal de Perjudicados por el Bernabéu.
Aseguran ser unos dos mil y, según leí, han hecho añicos los planes del Real Madrid de añadir millonarios ingresos a través de los conciertos, pues han probado que las presentaciones de las estrellas de la música rebasan en mucho los 55 decibeles de ley permitidos en la ciudad, que se reducen a 45 después de las 11 de la noche.
Con esa prueba fácil de documentar, los perjudicados lograron la suspensión de los conciertos
No tuvieron que cambiar la Constitución.
Dicen que sólo quieren que se cumpla la ley, aunque suman a su molestia lo que llaman la degeneración total a raíz de la remodelación del Bernabéu.
Para darles la vuelta, los dueños del estadio contrataron a una cotizada empresa inglesa de insonorización y en eso están unos y otros, confiados en que ganarán la disputa en los juzgados porque, sin más, la ley es la ley y se impondrá.