Quiero entenderte, para saber a qué atenerme
Les platico:
Para cambiarle, depositaré en el Cajón de Sastre el 7o episodio de mi narrativa sobre el pensamiento de Macario Schettino y comenzaré con lo que a mí concierne. ¡Arre!
El pasado lunes 3, María Fernanda García Sada detonó en pleno programa, 29 preguntas sobre mis inicios en el oficio periodístico.
No estaba en la agenda, me las envió apenas 15 minutos antes de entrar al aire, pero así es ella...
Compartiré aquí una narrativa que no fue abordada ese día y que podría darle contexto al programa que se prolongó durante más de una hora y media:
¿Dónde andas, Steve Jobs?
Tengo muchos meses de andar buscando mi libro biográfico de Steve Jobs.
Lo compré el primer día en que salió a la venta y no lo encuentro.
Me resisto a comprar otro ejemplar porque en el que yo tenía hice tantas anotaciones en sus páginas, como para escribir mi segundo libro, por cierto, después del “Irreverente” de 2021.
A lo mejor dicho ejemplar terminó en el fondo de un basurero olvidado, pero la muerte sigue siendo el mejor invento de la vida. Por eso lo refiero aquí y ahora.
Un día se lo presté a alguien y le pedí que me lo devolviera cuando terminara de leerlo.
No sé si lo leyó, pero no me lo regresó.
Cuando se lo pedí de vuelta me respondió que él no tenía servicio de “delivery”.
Así de cabrona es a veces la gente.
La referencia del libro de Jobs tiene qué ver con lo que en seguida les voy a platicar:
En el “interrogatorio” al que me sometió María Fernanda, por descuido u omisión en ese momento deliberada, no le dije que he sido despedido laboralmente tres veces en mi vida.
Primera:
- A mis tiernos 23 años, me cesaron después de seis de haber servido en mi Alma Máter, el periódico El Norte.
- Fue porque me atreví a ponérmele al tú por tú a uno de los dueños de esa empresa.
- Lo último que recuerdo haberle dicho fue: “Esa sí no se la puedo ganar, licenciado Rodolfo, tiene razón, usted es el dueño”.
- Tal despido me aventó a viajar y a descubrir el mundo durante todo un año.
Segunda:
- Después de 9 meses de haber servido como director de Comunicación en Cydsa, me despidieron por una razón muy parecida a la anterior.
- Tal cese me aventó a desarrollar el primer BigData de México.
- Me matriculé en la Universidad Patricio Lumumba, de Moscú, y ahí me hice amigo de los únicos dos que hablaban castellano: un doctor en estadística aplicada y el otro en matemáticas. Ambos cubanos.
- Me los traje a México y durante dos años y medio desarrollamos el antecedente primario de lo que hoy se llama “Inteligencia Artificial”.
- En México hay solo tres BigData y el mío es el único privado; los otros son públicos o al servicio de un ente oficial.
Tercera:
- Después de 30 años alejado del periodismo por andar produciendo información dentro y fuera de México, mi amigo Luis Padua me invitó a “volver a los ruedos”, como articulista del periódico “El Horizonte” -de la organización de Guillermo Salinas Pliego- y analista en TV Azteca.
- A los tres años, me volvieron a echar.
- Esa vez, el motivo lo resumió muy bien quien era mi jefe:
- Tal despido me aventó a crear en plena pandemia, junto a dos genios de nombres iguales, Jorge -uno de los cuales murió muy joven el año pasado- lo que hoy es DETONA, que en solo dos años y medio acumula 8 millones de views y cuenta con la tecnología más avanzada para medios de comunicación; con un equipo de colaboradores de última generación y con los mejores analistas de México, Estados Unidos y otros países, en nuestras plataformas virtuales de periódico, redes sociales y canal de televisión.
- Si algún día me ocurre en DETONA lo mismo que le hicieron en Apple a Jobs -que lo despidieron de su propia empresa- estoy seguro de que voy a encontrar algo para seguir divirtiéndome y vivir con pasión hasta el último aliento de mi vida.
¿Ya ven por qué quiero tanto encontrar mi libro de Steve Jobs?
Cajón de sastre
- Retomando mis memorias sobre el pensamiento de Macario Schettino, les diré que en 1968 nos volvimos a tranquilizar y aparecieron los mejores 40 años de la historia, que terminaron en 2008, porque en ese lapso, inventamos las redes sociales.
- Las redes sociales nos obligan a pensar distinto. Y de pronto, nadie puede. Todavía no encontramos la forma.
- Por eso nos ponemos nerviosos y se da de golpe la crisis financiera de 2008, que nos regresó a los tiempos convulsos.
Las ideas.
- Cada sociedad que construimos funciona alrededor de ideas.
- Y estas ideas se van construyendo en cada momento del tiempo.
- Cuando la flechita va hacia arriba nos están vendiendo utopías y el resultado siempre es el mismo: millones de muertos.
- Cuando la flechita va para abajo, las cosas funcionan: Tenemos riqueza, vivimos mejor, hasta que se nos ocurre inventar algo que nos complica la comunicación.
- Alrededor de cada idea construimos la sociedad.
- En el siglo XVI lo hicimos alrededor de la fe.
- Y cuando la fe es la base de la sociedad, la única forma política viable es el reino.
- Porque la fe del rey es la fe de los súbditos.
Continuará…