"El que siembra vientos, recoge tempestades"
Ayer domingo AMLO andaba de gira en el sureste supervisando las obras que le llena de orgullo y vanidad, como es su costumbre.
En noticias enfrentadas, algunos medios hablaban que AMLO se había desvanecido, otros que le había dado un infarto, otros que le dio congestión por alimentos típicos, etcétera.
Las redes sociales reaccionaron inmediatamente: los pro AMLO desmintiendo la situación y otros más prendiendo cirios, veladoras y hasta subiendo imágenes religiosas rogando al Creador por un milagro.
Del otro lado del ring, aparecieron los contras de AMLO desgarrándose las vestiduras, diciendo que ya estaba muerto, que se lo habían llevado de emergencia al hospital, que estaba en cuidados intensivos... unos más extremosos se atrevieron a afirmar que Adán Augusto López lo iba a suceder en la silla presidencial.
Toda esta situación estridente me hizo reflexionar: ¿Por qué? ¿Cuál es el por qué esta situación, de esta confrontación?
Lo primero que vino a mi mente es que “quien siembra vientos, recoge tempestades”, cuyo significado advierte de las terribles consecuencias que puede acarrear el realizar malas acciones: quien enfrenta a la sociedad, siembra la semilla del odio, o quien predica la palabra de la división, tendrá como consecuencia respuestas extremosas de quienes están a su favor y de quienes están en su contra.
Andrés Manuel López Obrador es un experto en sembrar vientos, por ello, cuando vive un momento de peligro a su salud, inmediatamente recoge tempestades en lugar de buenos deseos de recuperación a su cuerpo.
Irá viniendo, iremos viendo como avanza la salud del hoy presidente de México.