Citius Altius Fortius…
Citius Altius Fortius es una frase en latín que adoptó el Barón Pierre de Coubertin y que le toma a su amigo y compañero en el movimiento olímpico: el fraile dominico Henri Didon, la cual utilizaba en colegio de Arceuil donde ejercía como catedrático para describir los triunfos deportivos de los estudiantes. Esta frase ha sido utilizada desde 1896 como el lema oficial de los Juegos Olímpicos y del olimpismo en general.
La traducción al español de la frase es: “Más Rápido, Más Alto, Más Fuerte”, y tiene muchas formas de entenderla, pero en general se refiere a la integralidad del atleta, en búsqueda de la excelencia tanto dentro como fuera de la arena deportiva.
Una de las razones que se le da a la práctica del deporte como parte de una formación integral, es que una vez que termina la vida deportiva competitiva, todo lo que implica haber desarrollado una disciplina deportiva a dicho nivel, ayuda en los demás ámbitos de la vida. No es coincidencia que la NCAA haga hincapié en los deportistas colegiales que no llegan al profesionalismo deportivo, pero que logran vidas laborales y/o empresariales exitosas.
La práctica deportiva como parte de una formación integral y saludable (en todos los sentidos), ha sido estandarte de muchas políticas de países avanzados y deseable para los que están en proceso de serlo.
Mente sana en cuerpo sano es otra manera de expresar esta idea acerca de la salud mental de un deportista o persona que hace ejercicio como parte de su rutina o estilo de vida. La diferencia es que al ir creciendo en el nivel de competencia, se involucran otros factores además del hecho de hacer ejercicio, competir de manera amateur y mantenerse en forma por salud, alejándose de prácticas nocivas o de ocio.
A mayor competencia o ámbito de influencia en la práctica del deporte, crecen los compromisos y de la misma manera los factores que intervienen y afectan al deportista, entrenadores, funcionarios, dirigentes y empresarios que deciden invertir, patrocinadores, etc. En ese momento, la práctica deportiva se vuelve un trabajo: primero quienes entrenan, luego quienes forman infantes, quien organiza torneos, quienes promueven, quien organiza escuelas, quien organiza de manera federada las disciplinas deportivas, quien funge como juez o arbitro y así va la cadena, hasta que llega a la cima de la estructura deportiva mundial donde habitan los deportistas de alto rendimiento o elite.
No es casualidad o coincidencia que esa cima de la estructura deportiva también se le pueda llamar Olimpo, palabra que se deriva en Olimpiada o Juegos Olímpicos.
El calificar para los Juegos Olímpicos es un logro por sí solo, y aunque los criterios para llegar a ellos puedan ser considerados poco justos, el hecho es que el llegar y vivir la experiencia es algo que la gran mayoría de los atletas disfrutan y se llevan de recuerdo toda su vida (algunos hasta se tatúan los aros olímpicos de cada olimpiada a la que acuden).
La situación de la gimnasta Simone Biles se me hace tan representativa de los problemas actuales y, desde mi punto de vista, es peligroso que se desvíe u omita parte del problema o se hagan comentarios con hipótesis con visiones parciales.
Es muy fácil tomar una visión parcial de esta situación y emitir una opinión, sobre todo si esa opinión me favorece o esta de acuerdo con mis ideas. Decir que la decisión de Simone Biles fue correcta en el sentido de no competir más en la olimpiada porque ha perdido la confianza, no solo fue correcta, si no que cada quien tiene el pleno derecho a estar o no en una competencia, en una escuela, en una fiesta o en un trabajo (como lo es para Simone la gimnasia).
Tenía derecho de tomar esta postura, en eso estamos todos de acuerdo, pero no podemos dejar la discusión solo en ese derecho, eso es lo que considero poco productivo, poco objetivo e inteligente.
La parte mental en el deporte es fundamental y si no se tiene la seguridad de lo que se esta haciendo, no solo en el deporte en cualquier ámbito de la vida, los resultados no serán buenos.
Los problemas de salud mental en el deporte no son nuevos, existen especialistas en psicología en el deporte desde hace rato y los grandes clubes y deportistas de elite utilizan el apoyo de estos especialistas desde hace años, lo que tal vez sea una novedad sea ese respaldo a un proceder como el de Simone Biles; una decisión así en época de Nadia Comaneci sería impensable, estoy seguro que para las gimnastas o cualquier deportista en esa época le hubiera sido más fácil fingir una lesión en la pierna que reconocer una lesión en la psique.
La decisión de Simone Biles implica una fortaleza mental, claro que sí. Está en su derecho de hacer lo que hizo, claro que sí. Es importante que se considere la salud mental en el deporte, tanto como en otros ámbitos de la actividad humana, sin duda alguna. Debemos dejar a un lado estigmas de la fortaleza mental y el sacrificio a ultranza como únicas medios de lograr objetivos y triunfos, sí seguro. Es algo que tenemos pendiente como sociedad, no solo en los deportistas.
Estoy convencido de todo lo anterior y considero que lo que le ocurrió a la gimnasta es que tuvo una lesión que le impidió seguir compitiendo, pero se me hace poco inteligente dejar a ese nivel el análisis.
Simone Biles desarrolla un trabajo y además recibe ingresos paralelos importantes por ello: gracias a su desempeño como gimnasta tuvo oportunidades de hacer comerciales para plataformas de entrega de alimentos a domicilio, cremas para la cara, NBC, entre otros. Obviamente todos esos patrocinadores esperan o esperaban un resultado a cambio de su apoyo. Es valido que no haya competido por una lesión, muy valido... ¿Cuántos deportistas en diferentes disciplinas hemos visto lesionarse y tener que dejar un torneo, mundial u olimpiada?, pero también, ¿cuántas carreras hemos visto acabarse con mucho futuro por delante por una lesión de la cual nunca se recuperan? ¿Cuántos deportistas en otras disciplinas quisieran tener la oportunidad de hacer comerciales para marcas mundiales?. Preguntémosle a una judoka, una lanzadora de disco, una jugadora de hockey sobre pasto, no todo mundo por bueno que sea en su disciplina tiene el mismo acceso a oportunidades como las que se ganó Simone Biles.
Simone era la líder del equipo de gimnasia de Estados Unidos, yo he visto a muchos atletas profesionales retirarse de un torneo o partido o competencia por una lesión y lejos de justificarse, lo primero que hacen es pedir una disculpa a sus competidores y compañeros de equipo y, seguramente en privado, lo hacen con sus patrocinadores. Esta chica lo único que ha publicado hasta el momento, son justificantes a su lesión, ninguna palabra a sus competidores o a sus compañeras de equipo, al menos no públicamente.
Es cierto que en el caso de una gimnasta es peligroso no estar al 100% mentalmente porque una distracción en una evolución puede ser de consecuencias muy fuertes, pero es algo que los equipos de especialistas que acompañan a los atletas deben de monitorear, igual que el estado de salud físico. Si la consecuencia de su lesión mental fue por un descuido de su equipo, es exactamente igual que una lesión en un muslo por sobre entrenamiento y los resultados los mismos, así que no es ni peor ni más trágico, es lamentable sí, pero se está expuesto a ello.
Hay muchos ejemplos de deportistas que en los momentos difíciles es cuando se lucen, cuando mejor funcionan, cuando hacen la diferencia entre ser uno de los mejores o ser el mejor.
Citius Altius Fortius expresa desde el olimpismo la búsqueda de la excelencia del atleta como persona. Pero su traducción nunca excluyó la parte mental del atleta, por el contrario, la hacía parte integral. La atleta se lesionó mentalmente y debemos respetarla y desearle que se recupere, y dicha lesión pudo haber sido por su culpa por distraerse, o por sus entrenadores por sobrecargar su trabajo, o por cosas que le pasaron en años anteriores por su formación o por una mala mañana (como muchos atletas tienen).
Lo que no veo muy inteligente es solamente enfocarnos en justificar su decisión y solamente ver la parte amable de la historia. Es lamentable lo que le pasó y hay que preocuparse y ocuparse en ello, pero de las consecuencias no se le va a salvar siendo solidarios.
Deseo de todo corazón, como lo hago con cada deportista que termina en el suelo o en una camilla, que pronto recupere la salud y ceda su lesión, solo no olvidemos que toda acción tiene una reacción, y en la medida que los deportistas se preparen para la adversidad, lograrán el Citius Altius Fortius, de pies a cabeza (literalmente cabeza).