Con “Q” o con “C”, es el Mundial de la Ignominia
EL ERROR DEL 2010
Sepp Blatter, el polémico mandamás de la FIFA, declaró el pasado día 8 de este mes, que haberle dado en el 2010 la sede a ese país del Medio Oriente, fue un error.
Los espacios de la prensa internacional están llenos de evidencias que muestran con toda su crudeza, la total falta de humanitarismo detrás de la majestuosidad de los estadios donde se realizarán los juegos y las ceremonias de este Mundial de la Ignominia.
- El desorbitante lujo de los dueños de Catar, las familias del Emir Abdullah bin Hamad bin Khalifa Al-Thani, nacido en Doha hace 34 años y cuya fortuna -heredada de su padre- es tasada en tantos ceros de dólares a la derecha, que ni la misma Revista Fortune ha podido catalogarla.
- Las fastuosas vidas de las estrellas del soccer que a partir de hoy lucirán sus dotes en la cancha y en sus alrededores.
- La opulencia de quienes llegan a Doha en sus jets privados, como Ricardo Salinas Pliego, por ejemplo, después de despegar del solitario y nuevecito AIFA, al cual llegó en menos de 10 minutos a bordo de su helicóptero.
- El despliegue monetario de quienes ocuparán las suites de los estadios.
- La ostentación de estar ahí “representando” a México pero jalando agua para el molino de su pre pre pre campaña electoral, como es el caso de Marcelo Ebrard Casaubón…
…contrastan brutalmente con la pauperización masiva de la mano de obra extranjera que fue contratada para edificar en tiempo récord, despliegues de ingeniería como el primer estadio completamente desmontable de la historia.
CONSTRUYEN CIUDAD PARA EL MUNDIAL
Lusail fue ideada a partir de cero para este evento y el plan es albergar a más de 200,000 habitantes, apenas concluya el Mundial.
El eje de este proyecto hecho realidad a partir del año 2020, es el Estadio Lusail, obra majestuosa con capacidad para 86,000 personas.
Ahí será el juego de la gran final.
A 45 kilómetros de la capital catarí -o qatarí- el estadio Al Bayt pasará a los anales de la historia deportiva como el primero del Medio Oriente donde se jugará un partido inaugural de la Copa: Ecuador Vs. Catar.
Según los ingenieros alemanes a cargo de la obra, tiene un diseño que evoca a las tiendas de los nómadas que viven en los desiertos de la región.
Apenas concluya el Mundial será desmontado y reducirá su aforo, de 60,000 a 32,000 butacas.
El Estadio Internacional Khalifa fue ideado exclusivamente para la mayor fiesta de esta disciplina deportiva.
6,500 CRUCES BAJO LA CANCHA
Tal es el número más conservador de trabajadores muertos, cuyas familias en Pakistán, la India y otros países pobres de la región, los vieron salir un día en busca del dinero que les prometieron -e incumplieron- las empresas que les contrataron para construir este Mundial.
En vez de ellos, recibieron ataúdes y muchos ni eso.
Los medios de todo el mundo han dado cuenta de las condiciones infrahumanas en que miles de trabajadores explotados vivieron durante los años de esta locura.
Consulté con dos fuentes acreditadísimas para documentar este artículo: Amnistía Internacional y Médicos sin Fronteras.
Tantas muertes, tanta ignominia, la esclavitud en pleno siglo XXI, son inadmisibles detrás de un deporte que promueve el juego limpio.
A quienes les gusta el soccer, que lo disfruten.
Ya ven que hasta el presidente López Obrador se aventó la puntada de adelantar la hora del desfile y los eventos del Día de la Revolución, para que “…podamos ver la inauguración del Mundial”, de Catar, o Qatar… da lo mismo…