El estridentista

Todos hablaran maravillas de la persona. De lo fastuoso de la obra. Los trazos de los cuadros. El reflejo de la decadencia de un mundo podrido.

Cada uno de los trabajos publicados en los periódicos lo hizo poderoso. Gerardo Rodríguez Canales firmó durante los 69 años de su vida como GEROCA. Ha muerto como vivió. En el silencio del invierno.

Hombre de pocas, escasas palabras, todas las tardes trabajaba en el cafetín de la calle Zaragoza y Washington. Lo hacía entre las tres y cinco de la tarde. Los dedos manchados con tinta. En el cuaderno para dibujo presentaba tres propuestas de cartones políticos.

Ya había comido ligero. La ensalada combinada con él té de manzanilla. Consuetudinario pasaba a saludarlo. A conversar sobre la ruta a seguir de forma nocturna. Hacia la avenida Madero o Colón.

Su palabra clave, manito. Aun la talla chica de la ropa le venía grande. Frágil se hizo a las bahías de tierra cuarteada.

Dos o tres ocasiones engalanó las portadas de los libros de crónica urbana.

En el antiguo estudio del ex hogar ahora desecho, llegó a participar sus andanzas en Zacatecas. Hizo de la profundidad del ser la forma de aislarse. Olvidar los sonidos. Apagar los aparatos auditivos o perderlos. Le daba lo mismo.

Le atropellaron con el espejó de una camioneta. Cayó al empedrado del centro histórico de la tierra de los Monreal.

Varios de los dientes resultaron en perdida. Ya me los van colocando. Le tomamos una fotografía acompañada de nuestro hijo varón.  En blanco y negro. Para volverlo eterno y atemporal.

Sonrió chimuelo. Eres la segunda persona con quien converso en el año. Para el mes de junio solo su hermana y nosotros.

Se disculpó después de hora y media. Partió a sus rumbos. Como le llamaba a la zona próxima a la Central de Autobuses.

Otra vez coincidimos, fundido en abrazo, por la calle Colegio Civil. Estaba molestó con el dueño del cafetín. Le birlo varios cientos de pesos de varios trabajos no pagados. La ludopatía resulta impagable.

El estridentista del noreste no duerme. Voyeur de tino severo, directo.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.