En Memoria de Francisco R. Garza Egloff
Tuve la fortuna de conocer muy bien a nuestro querido Pancho; aunque nunca trabajé para él ni él para mí, siempre le tuve una gran estima y admiración.
Estima, porque su grado de moralidad superaba cualquier ejemplo…
Estima, por su don de gentes y su eterna sonrisa a flor de piel…
Estima, por su espíritu filantrópico que nunca le permitió decir NO a cualquier solicitud de apoyo…
Estima, por la blandura de su corazón…
Estima, por su aliento para ayudar a cuantos se lo pidiesen…
Estima, por la preferencia que le dio siempre a su familia…
Estima, por la congruencia entre su pensar, hablar y actuar…
…y admiración, por su entrega sin reservas a su familia, a su trabajo y a sus amigos…
Los que lo conocimos, le hemos aterciopelado el camino para que su paso acelerado como siempre, fuese libre de obstáculos…
Y llegar, con la prisa de siempre, a la presencia del Señor con sus manos llenas de sus buenas obras y su alma reluciente de bondad.
Ahora, en la presencia del Señor, nos hará brillar más su ejemplo de vida.
Con afecto, Gustavo M. de la Garza Ortega.
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