Festín de autocompasión

En el desorden jurídico esta la ganancia. Suman, restan. Vuelven a computar. Impugnan. Llevan la papelería. Les reciben nada sorprendidos. Ya les conocen por nombre o por apodos.

De derecha pasaron a centro de ahí a la izquierda. Círculos concéntricos de los átomos democráticos. Pocos ganan en las urnas. Limpios por los sufragios. El advenimiento de las constancias obsequiadas en la defensa.

Acusar de uso indebido de poder. Intromisión del estado. Movilidad de votantes. Comprar voluntades. La sociedad, el pueblo, a nadie elije. Tacha al menos peor. Recuerda el premio en la lotería del barrio. Organizada por los movimientos territoriales.

Confía ahora. Mañana no sabremos. Nuestra causa jamás está perdida. Observa como modificaron en la manta el número en una de las líneas.
Comisión permanente al interior de la presidencia. Cada segundo antes de vencer los plazos. Amparo contra el remordimiento.

Recuperar. Rehabilitar. El festín de la autocompasión. Seremos el contrapeso del oficialismo. Nadie podrá olvidar a quienes carecen de voz. Nosotros llevamos a las rancherías, el ejido, la justicia social.

Cada proyecto incluye el sobrecosto obligatorio al portador. Ya no vivamos en quinto patio. Tenemos derecho a nuestro hogar en el predio perdido del Infonavit.

La rovolución de los partidos devuelve a los caciques lo invertido. Vida nada te debo. Veloces a la voz del imperativo soñador. El gran jefe desde la silla acojinada conversa con los inversionistas. Espera unos meses. No seas ambicioso. Ya llevamos seis elecciones y jamás te he quedado mal.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.