Lo que realmente te hace superior (Entre un arma o un puesto político)

Francisco Sepúlveda Cañamar DETONA: Estoy desayunando, pensando en la respuesta que le di a un opositor que publicó la cabeza decapitada del alcalde de Chilpancingo, y habiendo escrito él: “Disfruten lo votado”.

Estoy desayunando, pensando en la respuesta que le di a un opositor que publicó la cabeza decapitada del alcalde de Chilpancingo, y habiendo escrito él: “Disfruten lo votado”.

Y llego a la conclusión de que, ahí vamos de nuevo, con esa sensación de “superioridad moral” que a muchos grupos minoritarios los afecta, y gravemente.

Le respondí: “El finado era del PRIANRD, nosotros no votamos por él. Además, terminó así porque fue a una reunión con un grupo del crimen organizado, sin escolta”. Punto.

Y, así como con la oposición, puedo seguir con muchos grupos:

“Las vacunas hacen daño” (sic). Miren, a nadie obligan a vacunarse. Y así como a muchos no nos gustaría que un ministro religioso, ya sea un sacerdote católico pederasta, un rabino judío traficante de órganos, o un imán musulmán que apoya actos terroristas, nos dijera que “tenemos que salvar nuestra alma” (sic), pues: a muchos no nos gusta que gente que no tiene conocimientos médicos, nos diga “salva tu salud, y no te vacunes” (sic). Punto.

Algo que aplica a los antiaborto, también.

Tan simple: respeta la autonomía de decisión de las mujeres, y deja que, de haber un “juicio” en otra dimensión, ellas tengan que responder por su libre albedrío. Pero interferir en el libre albedrío de otra persona, se llama “imposición”. Punto.

Imposición que actualmente afecta a muchos grupos que dizque defienden la “inclusión”, y se molestan si la mayoría no consume los productos comerciales que, también, dizque “apoyan” la mentada inclusión.

Mis estimados: la gente, normalmente vota con el bolsillo para todo, no solo para consumir productos comerciales. Vota con el bolsillo hasta por los políticos que los representan. Porque si ese político va a ver por cuidar el bolsillo de la mayoría, la mayoría votará por dicho político.

Igual con los productos de consumo: se consume lo que me refleja a mí, no lo que refleja a otras personas. Más, si soy mayoría. Punto.

O los grupos que avalan la violencia en sus protestas.

Todos los grupos terroristas, todos, sin excepción, han “justificado” su violencia al argumentar que son “oprimidos”.

Ya sea por colonialismo, por racismo, y, sí, también por machismo.

Pero prácticamente ningún grupo terrorista ha logrado alcanzar el poder.

Simplemente, porque la violencia no permite obtener logros en derechos humanos. Punto.

Lo único que no entra en la categoría anterior, son los grupos que luchan contra países que ocupan su territorio.

Como la Resistencia francesa en la segunda guerra mundial, al luchar contra la Alemania fascista.

O los palestinos en la actualidad, al luchar contra los sionistas.

Ya que, en ambos casos, los ocupantes catalogaron (catalogan) de “terroristas”, a quienes defienden su Patria con total justificación. Punto.

Y el último punto por el cual me atreví a realizar este escrito.

¿Sabían ustedes qué se requieren más requisitos para tener un arma legal, que para poder ser candidato político en México?

De hecho, si los candidatos a un puesto de elección popular (o plurinominal, todavía), fueran sometidos a los requerimientos para poder tener un arma legal, una gran cantidad, pero una gran cantidad, no podrían ser elegibles.

Empezando por las pruebas mentales, y terminando con el antidopaje.

Así que, creo que sería una propuesta excelente insertar los mismos requisitos para ser candidato a un puesto político, que, para poder tener un arma legal en nuestro país, en la próxima reforma electoral que se va a plantear ante el Congreso de la Unión.

Pero dudo, que los políticos se atrevan. Punto.

Así que, mis estimados, solo hay una verdadera “superioridad moral”.

Y eso es la educación. No la “información”, no los “conocimientos”.

La educación formal, que te permita utilizar la información y el conocimiento VERDADEROS, para el bien de los demás.

Por desgracia, también habrá muchos que decidan utilizar dicha educación para APROVECHARSE de los demás.

Pero ellos también, tendrán que dar cuenta del uso de su libre albedrío, ya sea en este plano, o en otro plano existencial. Punto.
Francisco Jesús Sepúlveda Cañamar

Médico oftalmólogo. Nacido y criado en Monterrey, N.L (1967). Maestro en ciencias por la UJED. Premio a la productividad científica del IMSS en 2013. Miembro de la Sociedad Mexicana de Oftalmología, y de la Real Sociedad de Medicina de Inglaterra. Miembro fundador de MORENA. Activista político y médico (Movimiento Médico 22 de junio).