Las diosas del olimpo mexicano
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer recordemos a las “Diosas del Olimpo” mexicano.
Hablamos de las deportistas que se ganaron un lugar en el corazón de nuestro pueblo y afición por colgarse una medalla en unos Juegos Olímpicos, a propósito de los próximos a realizarse en Tokio en el mes de julio y los cuales fueron pospuestos como consecuencia de la pandemia.
MUJERES DOMINAN
De Sidney 2000 a la fecha, el dominio femenino es claro: las mujeres consiguieron un total de 16 preseas, por sólo 12 de los varones.
Pero antes de ello, no debemos olvidar a dos atletas que fueron precursoras de esta “revolución” contra el olimpismo “patriarcal” mexicano: María del Pilar y María Teresa Ramírez.
La primera se adjudicó la medalla de plata en esgrima, abriendo consigo el histórico medallero mexicano para las féminas, mientras que la segunda se alzó con el bronce en natación, ambas en nuestros Juegos de México 68.
Mención aparte merece Enriqueta Basilio, que si bien no ganó ninguna medalla, se convirtió en la primera mujer en la historia del olimpismo mundial en portar la significativa antorcha y encender el pebetero que acoge el fuego como símbolo y espíritu de los Juegos.
En deportes convencionales, pasaron 32 años para que una atleta volviera a subirse a un podio olímpico: el 18 de septiembre del 2000, Soraya Jiménez se convirtió en la primera mujer en ganar una presea dorada, al ganar su competencia en halterofilia.
A partir de ahí comenzaría la racha femenil que ha laureado a México desde entonces, pues para la siguiente edición, en Atenas 2004, la velocista Ana Gabriela Guevara y la ciclista Belem Guerrero se ciñeron la corona plateada, mientras que la taekwondoina Iridia Salazar obtuvo un bronce.
En Beijing 2008, María del Rosario ganó su primera presea al lograr el oro en taekwondo, en tanto que la dupla conformada por Paola Espinoza y Tatiana Ortiz, en la prueba de clavados sincronizados, se adjudicaron el bronce.
MUJERES MONOPOLIZAN
Cuatro años después, las mujeres “monopolizaron” el medallero azteca: en Londres 2012 cosecharon 6 de las 8 que obtuvo la delegación mexicana.
En la justa británica, destacaron en pruebas individuales las preseas de plata ganadas por Mariana Avitia y Aída Román en tiro con arco; mientras que Paola Espinoza y Alejandra Orozco también subieron al podio, en el mismo sitio, en clavados sincronizados.
Completaron el medallero con metales de bronce Laura Sánchez (clavados), Luz Mercedes Acosta (Halterofilia) y María del Rosario Espinoza en taekwondo.
En la última edición de los Juegos de Río 2016, María del Rosario Espinoza ganó su tercer metal olímpico obteniendo el segundo lugar en taekwondo, mientras que Lupita Sánchez también obtuvo plata, pero en marcha, una disciplina que históricamente la delegación mexicana había dominado con hombres.
Las disciplinas paralímpicas son otro ejemplo en las que México ha estado bien representado por las mujeres, quienes han logrado la mayor cantidad de medallas en el deporte adaptado.
En este tipo de justas destaca la atleta Juana Soto, quien entre las competencias de 1988 y 1992 logró un total de 14 preseas (8 de ellas, oro).
Otro caso de éxito paralímpico es la nadadora Doramitzi González, quien se agenció 11 medallas (5 de oro) entre las ediciones de 2000 y 2008, mientras que Josefina Cornejo ganó 10 preseas (8 doradas) en los Juegos de 1976 y 1980.