Lo que hay
Pues ya terminó Semana Santa, de forma que entramos formalmente en el segundo trimestre del año.
En el primero, como sabe, se profundizó la contracción que ya era notoria al cierre del año pasado.
Con los datos oportunos del consumo, sabemos que en el último trimestre de 2024 hubo una ligera reducción, pero en el primero de este año la caída superó 2%, que ya no es poco.
Puesto que el consumo es el elemento más importante en la economía, por mucho, algo similar esperaríamos en el dato general.
Si le sumamos que la inversión, el otro gran elemento (aunque casi cuatro veces menor al consumo) también se ha estado contrayendo (más de 3% en el último trimestre de 2024, y muy probablemente más de 5% entre enero y marzo), pues no hay para dónde hacerse.
En lo que se refiere al entorno global, en marzo el peso tuvo una ligera apreciación, pasando de 20.50 entre enero y febrero, a 20.20 en marzo y en lo que va de abril.
En el mismo lapso, sin embargo, el dólar se ha desplomado: caía casi 4% en marzo (contra el promedio de enero y febrero), pero en las dos semanas iniciales de abril su caída es de 6%.
Esto significa que, comparativamente, nuestras exportaciones son un poco menos caras que las de otros países que también tienen Estados Unidos como destino, pero como a nosotros nos aplicaron 25% de arancel en muchas cosas, y ahora la tasa básica con el resto del mundo es 10%, pues tampoco es que tengamos mucha ventaja.
La verdad es que, como ha ocurrido desde hace ya tres meses, todas las decisiones están en suspenso, en lo que queda claro qué exactamente busca Trump.
Puesto que es muy probable que tampoco él lo sepa, este escenario de incertidumbre puede mantenerse por muchos meses, lo que significa casi detener la inversión en México.
Se había invertido en desarrollos para transporte y comercio, y se esperaba un buen movimiento en estos sectores, pero con la caída del consumo y las dudas acerca de los aranceles, es muy probable que también en esto se estén deteniendo las decisiones de inversión.
No ha quedado claro cuál será la posición del gobierno de México con respecto al comercio con China.
Desde la pandemia, ese país ha intentado mantener su economía funcionando mediante el incremento de sus exportaciones, y por eso usted ha visto cada día más autos de marca china.
Es muy evidente que Trump quiere bloquear esas exportaciones a su país, pero China no tiene forma de dejar de exportar, de manera que buscará otros mercados.
Más exportaciones chinas a México implican más riesgo de que Trump bloquee el comercio con nosotros, tenga o no razón.
Toda la información que tenemos hasta el momento apunta a una contracción económica que no parece detenerse.
Algunos datos que parecen muy buenos, especialmente de comercio exterior, reflejan una reacción de las empresas que empezaron a mover sus inventarios desde el triunfo de Trump en noviembre.
No se debe confiar en un aparente crecimiento de exportaciones a Estados Unidos, más bien motivado por el miedo. Tampoco el precio del dólar es una señal relevante, como dijimos arriba.
Hay que seguir de cerca los mercados globales y confiar en una pronta recuperación de la razón por parte del gobierno de Estados Unidos.
Mientras eso ocurre, todo es cuestión de reaccionar.
Como ya hemos dicho desde hace tiempo, es una lástima que hayamos llegado a este momento en condiciones de gran vulnerabilidad fiscal, y con un gobierno producto de un golpe de Estado, a punto ya de eliminar la división de poderes por completo.