Lo que los ministros llaman embrión humano es una vida humana
Ese ser humano no es consciente, pero tiene toda la potencialidad para serlo y llegar a ser tan sabihondo como los ministros.
Por lo tanto, sí tiene derechos, al menos el más elemental que es el de la vida.
Reducir el tema del aborto a los derechos de la mujer a disponer de su cuerpo es un reduccionismo que conduce, por supuesto, a avalar el aborto provocado.
Claro, que encarcelar a una mujer por haber abortado es inadecuado, y de hecho no hay ninguna mujer en Coahuila o en el país que esté encarcelada por haber abortado sólo por ese delito, pues es muy difícil probar la culpabilidad y las penas admiten la libertad condicional.
HAY OTRAS FORMAS DE ATENDER ESTE TEMA
Sería mejor ayudarle a superar su tragedia, pero castigar severamente a los mercaderes del feto humano.
Lo importante, es entender que el aborto siempre es un mal y que la legislación debe dirigirse a que ese mal se reduzca lo más posible.
Al declarar inconstitucional la pena por abortar lo que sucede en la práctica es que se multiplican las clínicas que hacen negocio con el aborto, pues los servicios públicos no se dan abasto ni con enfermedades graves, menos aún con una epidemia encima y muchos médicos se opondrán a practicarlo, bien sea por objeción de conciencia o simplemente porque hay muchas prioridades mayores.