Negociaciones y reformas constitucionales
La presidenta Claudia Sheinbaum anuncia que negoció un gran acuerdo con el presidente Donald Trump, ganó un mes sin los aranceles a las exportaciones nacionales; creo hay una pequeña disrupción en los conceptos.
Veamos dos principios básicos de la negociación:
a) En el mundo del poder es donde se negocia, sea el poder económico, político, militar, fácticos como la delincuencia o cualquier otro, pero siempre es entre el poder;
b) Sólo se negocia entre iguales porque cuando son desiguales hay imposición o sometimiento, eso no es negociación.
Cuando una de las partes realiza imposición, la otra a lo más que puede llegar es a convencer que exista amabilidad, compasión o alguna otra forma de sensibilidad donde el impositor sea menos severo con el sometido, pero esto no es negociación, es simplemente capacidad de convencimiento para evitar un daño mayor.
Si una de las partes es sometida, ésta buscará el daño menor, ofrecerá lo menos posible para el máximo alcanzable, pero ese menos, difícilmente será algo menor con el vecino.
Sólo se negocia entre iguales, cuando ambas fuerzas tienen la misma capacidad y buscan una misma meta, es entonces cuando ambos ceden un poco para lograr una tercera definición que sería el acuerdo o tratado alcanzado en la negociación.
El origen de una negociación surge de la existencia de un conflicto en común, donde las partes asumen su verdad como correcta y deben conciliar una postura que a los involucrados convenza.
Ahora recuperemos lo que escribe Anastasio Ovejero Bernal en su libro Técnicas de Negociación, cómo negociar eficaz y exitosamente.
Ahí señala:
a) Al negociar se debe entender que al finalizar no hay ganador ni perdedor.
b) Negociar no es imponer tus ideas.
c) Ceder no es perder; por supuesto, este escenario es el apropiado entre negociadores, sin embargo, a nuestro país se le dio un ultimátum.
Nos concedieron treinta días para demostrar que somos capaces de contener la emigración de mexicanos y extranjeros en suelo nacional hacia EUA; también para probar que somos competentes dando certeros golpes a la producción de fentanilo.
Todo termina en atender las indicaciones, para ello se ofreció una valla de diez mil soldados en la frontera norte.
- ¿Esto es negociar?
- ¿En algún momento México se beneficia con estas acciones?
- ¿Qué ofrece el vecino a cambio?
- ¿Ambos cedieron algo?
Suspender los aranceles no es aportar, es contener la amenaza vertida.
Muy loable el actuar de la presidenta ante el arrinconamiento del vecino, pero es urgente encontrar un mecanismo para estar entre iguales y así negociar.
Por cierto, llama la atención que el rey CarlosIII, monarca del Reino Unido y jefe de estado en Canadá, no haya dicho pío ante las provocaciones del presidente norteamericano.
Pareciera no importarle lo que suceda en parte de su reino.
Aún falta reflexionar sobre las iniciativas de ley que enviará la presidenta para la reforma político electoral.
Dar marcha atrás a la reelección en todos los cargos e impedir el nepotismo simulado son dos iniciativas plausibles.
La reelección a como se estructura el sistema político mexicano es inoperante, un insulto a la historicidad del país.
¡Abundaremos en la siguiente columna!
De paso deberían darle una remozada a la ley de partidos políticos.