Normas contra emisiones contaminantes datan en México de hace 30 años

Alfonso Martínez Muñoz, Secretario del Medio Ambiente en el gobierno de NL, DETONA aquí.

Un buen diagnóstico es básico para curar una enfermedad, pero para sanar se requiere de un buen tratamiento.

Mientras que las normas de salud relacionadas con la exposición máxima permisible al aire contaminado ambiente son cada vez más estrictas, en México las normas que controlan las emisiones de contaminantes prácticamente no se han actualizado, algunas desde hace más de 30 años.

La regulación de la contaminación atmosférica parte básicamente de dos criterios:
  1. Normas de salud que establecen los límites máximos permisibles de exposición a los contaminantes atmosféricos que debe de tener la población mexicana.
  2. Normativas de máxima contaminación producida que deben de cumplir las diferentes fuentes de emisión para un contaminante en específico.

Las normas de salud se basan principalmente en las guías que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), institución que a su vez se sustenta en los mejores estudios científicos de epidemiologia ambiental a nivel mundial.

Para dar un ejemplo de cómo estas normas se han venido actualizando al inicio de las mediciones de partículas PM 10 en el área metropolitana de Monterrey promedio máximo de PM 10 para 24 horas era de 120 microgramos por metro cúbico y a partir del año 2025 será de 55 microgramos de PM 10 por metro cúbico.

De hecho, si nos comparamos con otros países con economías similares a la nuestra los límites máximos permisibles en México son más estrictos y para algunos contaminantes muy similares a las normas estadounidenses y europeas.

Estás normas de salud son la base para el desarrollo del índice de aire y salud con el cual se da a conocer la calidad del aire en tiempo real en nuestras estaciones de monitoreo.

Con estos cambios cada día tenemos mayores posibilidades de que nuestras estaciones de monitoreo estén en rojo que es muy mala calidad del aire o morado que es extremadamente mala calidad del aire.

Qué bueno que estas normas son cada vez son más estrictas y se acercan a las guías de calidad del aire de la OMS.

El problema es que las normativas que permitirían reducir la contaminación atmosférica vigentes son en general muy poco efectivas

Por ejemplo, el año pasado (2023) diversas organizaciones de Nuevo León le hicieron con ironía una celebración de cumpleaños a la NOM-043SEMARNAT1993 que establece a la industria los niveles máximos de emisión de partículas sólidas hacia nuestra atmósfera dado que en octubre del año pasado cumplió 30 años.

Es decir, en 31 años ahora no ha sufrido esta norma ninguna modificación

Por ésta y por otras limitantes en el programa de reducción de la contaminación atmosférica que tenemos en Nuevo León ha sido necesario encontrar métodos innovativos y efectivos para reducir la contaminación a nuestro aire.

Alfonso Martínez Muñoz

Tiene un doctorado por la Facultad de Agronomía y Forestal en la Universidad de Gotinga, de Alemania. Cuenta con un post grado en el Colegio de Recursos Naturales de la Universidad Estatal de Utah. Se especializó en Gestión Ambiental Urbana en Singapur. Es Secretario del Medio Ambiente del gobierno de Nuevo León. Ha trabajado en el Plan Integral de Gestión Estratégica para la Calidad del Aire (PIGESA), uno de los pilares de la actual administración estatal. Participó en la Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). El evento tuvo lugar en Cali, Colombia y fue invitado por el gobierno de la Gran Bretaña.