Responsabilidad, voluntad, manipulación y algoritmos: Batalla por la atención
A lo largo de la historia de la humanidad, se han inventado una enorme cantidad de accesorios que bajo la máscara de la comodidad y el bienestar nos han conferido la ilusión de considerarnos dioses con prótesis, según palabras de Sigmund Freud.
Esta ilusión ha sido magnificada por la irrupción del teléfono móvil inteligente, ya que lo mismo captura fotos, condensa datos de contacto o sirve como repositorio de consulta 24/7, si es que se mantiene con carga.
Estos instrumentos que han facilitado la vida de las personas, también se han convertido en una gran ilusión, ya que como quimeras que pretenden brindar todas las soluciones a las que día a día nos enfrentamos en nuestra cotidianidad, generan la idea de que tenemos el control de nuestras decisiones, pero nada más alejado de la realidad.
Mario Alberto Campos Cortés (ciudad de México, 1975), debuta como escritor, una faceta más de su perfil profesional y personal, donde conviven y se entremezclan el análisis político, la docencia, la consultoría y el ejercicio periodístico.
Todos ellos sujetados a un compromiso ético y un rigor metodológico y que tienen como producto el muy interesante libro “Batalla por la atención. Cómo dejar de perderse entre pantallas y redes sociales” (Aguilar, 2024, 157 pp).
En el cual traza la influencia y el papel que juegan los dispositivos digitales, fundamentalmente el teléfono móvil y su acceso a las redes sociales en las conductas y hábitos que han alterado las interacciones sociales.
Campos aborda este fenómeno desde la comunicación; ya que si bien es obligado referir que el consumo tecnológico tiene efectos perniciosos en las personas; y que cada una se encuentra rodeada de una espesa neblina tecnológica que condiciona y determina sus hábitos y consumos, el fenómeno de la adicción a la tecnología también es analizado desde el mirador psicológico, mercadológico, político o económico, esferas que se entretejen de forma cotidiana.
El autor analiza con preocupación y alarma, que la sociedad está abrumada y rodeada de una espesa neblina tecnológica que secuestra y condiciona su atención, misma que es revisada en un doble sentido;
Como un propósito de las personas, quienes a través de las distintas redes y plataformas sociales presentan su vida, la divulgan y exponen con el objeto de calificarse, compararse; y por el otro, buscan validar y sentirse integradas, pertenecer, a una comunidad específica por un periodo mayor.
Borges comentaba que tenemos la fortuna de vivir tiempos inciertos, para el escritor argentino, habitar la era de incertidumbre, en donde todo está en constante cuestionamiento y revisión, impulsa la creatividad y exige el despliegue intelectual de la humanidad, que empujan el desarrollo humano.
En antaño la información, elemento capital en el crecimiento de las personas, era un bien escaso, de difícil acceso, hoy en día el teléfono “inteligente”, borra esa complejidad y la traslada al exceso de fuentes de información, las cuales exigen a la humanidad desarrollar herramientas epistemológicas que permitan seleccionar aquellos elementos necesarios para la construcción de nuevos conocimientos.
La lectura de la “Batalla por la atención” resulta una obligada referencia, ya que, en sus páginas, con una redacción elegante y sencilla, siempre agradecidas por el lector, pone de manifiesto el poco cuidado que hemos puesto en confrontar nuestras creencias, saberes y valores.
Al respecto, Campos nos comparte un conjunto de valiosas notas que se plasman en un libro, que alienta el diálogo y la reflexión, el salto de fe que da el autor permite atisbar la esperanza de construir espacios de diálogo e intercambio de ideas.
“Batalla por la atención”, es un auténtico y cuidadoso esfuerzo que apuesta a que las personas cuestionemos permanentemente nuestros conocimientos y nuestros valores.