Se les cae la Reforma Judicial

Beatriz Pagés DETONA: El ex ministro de la Corte, Arturo Zaldívar, principal instigador de la reforma Judicial, dijo que jueces y magistrados tienen amenazados a sus colaboradores para evitar que participen en la elección de juzgadores.
Lo que hace Zaldívar es responsabilizar a otros del fracaso del régimen.

Una reforma que supuestamente recibió –en la elección presidencial– el voto favorable del “pueblo” no logró que una multitud de aspirantes se abalanzara para registrarse.

El ministro en retiro recuerda al comisario que, en la novela de Saramago, el Ensayo de la Lucidez, sale a buscar a los culpables de que los electores hayan dejado las boletas en blanco para castigar a la dictadura.

El poco entusiasmo que ha generado una contienda inventada sólo para vengarse de ministros y jueces incómodos es una muestra inobjetable de la falta de confianza en un proceso que carece de equidad y transparencia.

El gobierno seguramente maniobrará para aumentar el número de registros, pero lo cierto es que la queja de Zaldívar evidenció el fracaso anticipado de la reforma judicial.

Por más ingenuo que sea un aspirante a juez, ministro o magistrado, sabe que los candidatos serán impuestos por el gobierno.

Que los títulos, experiencia y honorabilidad serán ignorados para designar solamente a quienes estén dispuestos a hincarse ante el régimen.

Ahí está la reelección de Rosario Piedra Ibarra, caso emblemático de cómo la llamada Cuarta Transformación necesita alimentarse de la sangre de incondicionales para subsistir, por más corruptos e ineptos que sean.

La falta de interés en ser candidatos al Poder Judicial es la primera derrota electoral de Morena. 

Con ese desprecio queda demostrado que la reforma judicial carece de apoyo social y sobre todo de credibilidad.

A López Obrador se le antojó importar un experimento impuesto por Cuba y Venezuela en Bolivia durante el mandato del cocalero Evo Morales en 2011.

Ahí tampoco el “pueblo” pidió elegir a los juzgadores, pero el guion era el mismo:

“El Poder Judicial es corrupto y el pueblo tiene derecho a elegir jueces que lo representen”.

La reforma judicial se les comienza a caer. 

Además de recibir el desprecio e indiferencia de la comunidad judicial, su costo –13 mil millones de pesos– representa un lastre para un gobierno con alto déficit y endeudamiento.

Se trata de una elección inviable por costosa, compleja e inútil. Tan es así, que el INE ya pidió el Congreso aplazar 90 días la votación para tratar de que el circo no se les salga de las manos.

El gobierno hace maromas para evitar que la reforma muera antes de nacer.

Por lo pronto, ahí está el principal “maromero “de Palacio echando culpas e inventando conspiraciones para tratar de que la reforma estrella del obradorato no sea vista como un naufragio.

Beatriz Pagés Rebollar

Directora general de la Revista “Siempre”, una de las más influyentes de México, fundada en 1953 por su padre, Don José Pagés Llergo. Ha formado parte de los equipos de Televisa, Canal 11, Multivisión, CNI, Canal 40 y es comentarista política de numerosos medios. En 2019 renunció al PRI, donde militó gran parte de su vida.