¿Soberanía?

No hay nación 100% independiente.

Uno de los conceptos más sobados por la actual mafia del poder es el de soberanía -en latín super omnia, sobre todos-, entendida como poder independiente.

Según la Constitución, el pueblo es soberano.

Pero como el pueblo no es una unidad orgánica ni por sus preferencias electorales ni por su nivel económico, ni tampoco por la nacionalidad, sino por su ciudadanía, resulta que la soberanía radica en los ciudadanos.

Pero eso excluye a los menores de edad, que no tienen derechos ciudadanos hasta llegar a los 18 años.

LOS BUENOS PARA LA 4T SON LOS QUE VOTARON POR MORENA

Si además se divide al pueblo en buenos y malos, resulta que la soberanía radica exclusivamente en los buenos, que para la 4T son los que votaron por ellos.

Con eso, la soberanía ya se redujo a 30 millones de personas.

Ahora, si el gobernante toma decisiones en defensa de la supuesta soberanía, o sea, ejerce el poder que le entregó el pueblo, aunque no lo aprueben esos treinta millones, sino la porción de ellos que pertenece a la mafia del poder, resulta que esas personas son las que detentan la soberanía, los demás son súbditos.

Y si esas personas deciden que la soberanía implica la independencia energética, alimentaria y hasta la tecnológica, entonces quien se oponga a ese concepto es un enemigo del pueblo, y por eso son adversarios de la maravillosa transformación que ellos y sólo ellos entienden.

EL PUEBLO COMO AVAL DE SUS BARBARIDADES

Por eso son tan necios e invocan al pueblo como el aval indiscutible de sus barbaridades.

No hay nación en el mundo que sea 100% independiente, pero en la mente de los cuatroteístas es posible la utopía de un México que consuma sólo lo que produce, que use sólo la energía que generan las empresas del Estado y hasta tenga sólo la tecnología que sale de las mentes de los científicos que no son neoliberales.

Así se llega a los absurdos que estamos presenciando. 

focusem@yahoo.com

José Luis Mastretta Galván

Físico por la Facultad de Ciencias de la UNAM. Filósofo por la UNAM y UPAEP. Maestro en Humanidades por el CPH. Director de Pensamiento Empresarial CANACO MTY 1986-1997. Comentarista político desde 1981.