SIN CENSURA

¿Son algunas diputaciones del Congreso de NL empresas privadas?

Eloy Garza DETONA: Mal empezó la 77 Legislatura del Congreso local y mal acabará con las prácticas de la vieja casta, la de siempre, con distinta careta y otros maquillajes.

La votación para elegir la nueva Mesa Directiva fue duramente cuestionada, y ya se plantea llevar a tribunales esta dolosa irregularidad. 

La bancada prianista se quedó presidiendo la Mesa Directiva con la oposición de las fracciones de MC, Morena, PT y PVEM. 

Una anécdota más o caso el primer episodio de los innumerables desencuentros que vendrán. 

¿De qué se quejan estas bancadas?

De vicios en la votación y de que procederán por la vía electoral, administrativa y penal, para deshacer este entuerto. 

Por supuesto, el juego de sillas del poder apenas comienza y el revés puede darse en días e incluso en horas.

Todo lo sólido se desvanece en el aire y todo es puro aire en algunas cabezas parlamentarias (diría más bien que en la mayoría de estos cráneos tan caros para el erario público).

Esto, sin añadir otras graves deficiencias como cerrarse a las voces plurales y desairar a las bancadas inconformes, negarse a debatir y atajar cualquier posible consenso.

El problema de fondo estriba en que en el cualquier Congreso local debe prevalecer el debate y la búsqueda de consensos, no el agandalle de posiciones ni el asalto de los espacios legislativos superiores. 

¿Pero de verdad es ese el problema de fondo?
No.

Para criticar de raíz las incontables deficiencias en el ejercicio legislativo habrá qué escrutar cómo alcanzaron algunas de estas cabezas huecas sus inmerecidas diputaciones. 

Porque muchas de estas cabezas huecas lograron sus curules por los conductos más vergonzosos; por los vínculos más inmorales que se configuran a partir del moche, del pago al contado y hasta de otro tipo de retribuciones aberrantemente escabrosas. 

Lo peor es que si bien son pasto de la vox populi, no pueden ser relatadas o explicada en su cruda realidad, porque en Nuevo León está tipificado penalmente el delito de difamación (es el único estado en todo México que lo hace). 

Esta censura o presión amenazante para la autocensura periodística (ya no queda de otra) convierte cualquier irregularidad en la elección de candidatos a cargos de elección popular en el crimen perfecto. 

Los verdaderos delincuentes no son denunciados, y los críticos de prensa pueden terminar en la cárcel.

Todo este ejercicio periodístico lo sustituyen memes, influencers y pasquines fake que patrocinan muchas veces los propios políticos corruptos.  

Se trata del crimen perfecto en el corazón de la democracia y más allá del fuero, los bribones parlamentarios hacen de las suyas en total y desfachatada impunidad. 

En Nuevo León quiere imponerse en los sótanos y en la oscuridad del poder político, el Estado profundo (Deep State), donde la única ideología se llama dinero contante y sonante. 

Muchas diputaciones locales y federales no son más que empresas privadas de la vieja casta, pagadas con el dinero de nosotros, los contribuyentes.

¿Te habías dado cuenta de eso?
Eloy Garza

Es abogado, maestro en Letras por la UNAM y máster en Tecnologías de la Información por la Universidad Oberta de Cataluña. Escribe para diversos medios de comunicación.