Un regalo desde la discapacidad
Para este fin de año y principio del 2021, quiero regalarte lo que considero el tesoro de la discapacidad bien asimilada: la capacidad de encontrar lo bueno y ver otras historias dentro de la historia.
Estamos por terminar el 2020, un año fatídico para casi todos nosotros. Podemos contar muchas historias terribles: muertes, infecciones, crisis económicas y políticas, negocios que quebraron, desesperación por el encierro, divorcios, violencia intrafamiliar y mil infortunios más.
MÁS DE 600 CON DISCAPACIDAD VISUAL PERDIERON SU EMPLEO
En mi organización, "Diálogo en la Oscuridad", más de 600 personas con discapacidad visual en el mundo se quedaron sin empleo.
Cinco de nuestras sedes permanentes en el mundo cerraron, y los visitantes sin discapacidad que pudimos impactar fueron mínimos. ¡Y lo que nos falta!
Sin embargo, el mensaje que yo quisiera dejarte es que desarrolles y utilices tu capacidad de agradecer, tu capacidad de ver lo bueno, y tu capacidad para ver otras historias dentro de tu historia.
Desde el punto de vista de la discapacidad, podría contarte lo terrible que es quedarte ciego a los 6 años, la desesperación y la tristeza que vivieron mis papás, mis crisis existenciales, mis ganas de darme por vencido, ejemplos de discriminación y exclusión, las palabras hirientes que la gente me ha dicho.
ENFÓCATE EN LO BUENO
Pero ¿sabes qué? el gran tesoro de vivir una discapacidad asimilada y con dignidad es el poder de enfocarnos en lo bueno, en las otras historias que también están sucediendo.
Yo me quedé ciego pero vencí a la leucemia, mis papás pasaron por mucha tristeza pero ahí encontraron la forma de enseñarme fortaleza y esperanza, he pasado por rechazos y exclusión pero hoy tengo un trabajo y una familia estables.
Dentro de las desgracias del 2020 también pasaron cosas buenas: gente que se curó del Covid-19, gente que conservó su trabajo, que se pudo mantener comunicada gracias a la tecnología, y hasta encontrar una vacuna en tiempo récord (la más rápida de la historia).
Cuando vives con una discapacidad y quieres alcanzar una vida plena, no tienes alternativa, tienes que aprender a enfocarte en lo que sí tienes y en lo que sí funciona.
Enfocarte en las carencias no te va a ayudar en nada.
Ese es el tesoro que tú puedes aprender y desarrollar.
No se trata de negar lo malo que nos pasa. Yo no niego mi ceguera igual que tú no deberías de negar lo malo que te pueda estar ocurriendo.
Pero cuando acostumbramos a nuestro cerebro a ver las otras historias que también están sucediendo; cuando acostumbramos al cerebro a ver también el lado luminoso, somos más bondadosos con nosotros mismos, y nos preparamos para abrirnos a una realidad con muchas más opciones y con muchas más posibilidades.
Date la oportunidad e indaga qué otras historias están ocurriendo en paralelo a tu vida.
Regálate la mirada luminosa y descubre algo por lo cual agradecer.