¿Una nueva Constitución?
El 26 de julio de 2021, el señor Presidente anunció que, dada la evidente incompetencia del instituto electoral para resolver las numerosas quejas que su partido había presentado sobre el proceso electoral del mes anterior, procedería a hacer una consulta popular bajo su responsabilidad, para que el pueblo bueno decidiera si era el momento de hacer una nueva Constitución en el país que permitiera las reformas necesarias para que las leyes frenadas por el poder judicial pudieran aplicarse.
Dos semanas después, la consulta se realizó, participando en ella el 20% de los ciudadanos, con resultado positivo a la propuesta.
Ante las protestas de la oposición, el Presidente formó un Comité que preparara la formación de una Asamblea Constituyente, integrado por personas que a su juicio eran 90% honestas y 10% capaces.
Con una gran celeridad, el 16 de septiembre, se realizó la elección de la Asamblea, en la que los conservadores quedaron mínimamente representados.
PROCEDIMIENTO INVÁLIDO
Diputados y Senadores de los partidos opositores declararon inválido el procedimiento, tras de lo cual el Presidente de la Corte Suprema decidió asumir transitoriamente las funciones del legislativo federal, en tanto se estableciera la Asamblea Constituyente.
Para fines de ese año, el país estrenaba una Constitución de corte bolivariano.
El poderoso país vecino, con tal de ver controlado el problema migratorio, aceptó al nuevo gobierno en el cual el Presidente tomaría posesión de inmediato, confirmado por la Asamblea.
Así se inició la persecución que tiene contra la pared a quienes no simpatizan con el régimen.