¿Cráneos febriles? No, estómagos de reptiles serviles
Les platico:
Ayer miércoles, por ahí de las 5PM tiempo del centro de México, apareció el esperado video del presidente López Obrador dando cuenta a la Nación de su estado de salud.
Su presencia es importante para mantener debidamente arengados y propagandeados a los combatientes en que se han convertido por igual, seguidores y colaboradores de su gobierno.
EL CID
Viéndolo en los alrededores de sus aposentos en el Palacio Nacional, me hizo recordar la escena de Rodrigo Díaz de Vivar, El Mío Cid Campeador, cuando ya muerto por heridas recibidas en batalla, es montado mediante un cabestrillo en su albo corcel, para encabezar la última batalla de los súbditos de la corona de Castilla del Rey Alfonso X El Sabio, contra los moros.
En el video de marras, López Obrador les da una "cátedra" de historia a sus amigos y adversarios, al pasearse por varios salones del palacio donde vive.
La otra historia cuenta que al Cid le lavaron varias veces su cuerpo, lo enjuagaron con bálsamos y mirra de pies a cabeza, lo armaron con cotas de malla y yelmo de acero bueno, lo vistieron con talares blancos y -portando la tizona en la mano a manera de estandarte- lo subieron a lomos de su fiel Babieca.
Así, con los ojos abiertos y las barbas aderezadas y limpias, Rodrigo salió por última vez al frente de sus huestes y derrotó a sus adversarios.
Finalmente, el relato carece de sustento y fundamento histórico, pero es indudable que fue un éxito propagandístico del que se sirvieron los reyes españoles de aquella época.
Los datos más fieles ubican la muerte del Cid por causas naturales, en mayo del año 1099 en Valencia, a sus 55 años de edad.
Pero la leyenda persiste.
¿Y LA DE LÓPEZ OBRADOR?
Su aparato de propaganda a cargo de Jesús Ramírez Cuevas, busca aprovechar cualquier momento para disfrazar de heróicos los episodios de bajas de salud del presidente.
De cuidarle los gatos a Carlos Monsiváis, el vocero de la presidencia pasó a limpiar las heces de los "gatos" de su jefe, y a veces también las de su propio jefe.
Espero ser excusado por lo escatológico que se torna de pronto mi relato.
Pero, ¡ah! qué gran cambio ha experimentado Jesús en su vida.
Ser la voz de la presidencia -más allá de su rol de portavoz- debe ser una condena a cadena perpetua, que a lo mejor cambiaría gustoso por la inyección letal.
De ese tamaño es su reto en el gobierno federal y -al menos en el manejo de crisis del más reciente desvanecimiento meridiano y meridano en la salud de su jefe- quedó exhibida su falta de capacidad para atajar el vendaval mediático que se convirtió en huracán, debido a las contradicciones emanadas de estómagos reptilescos de los más serviles dentro y fuera del aparato gubernamental.
El único cráneo febril fue el de su jefe, y hasta eso, no del todo, porque el video de su reaparición, tras el vaído sufrido en Mérida, dura la friolera de 18 minutos y dedica la mayor parte del tiempo a hurgar en la historia la explicación de algo ocurrido por 3a vez en el presente de su gobierno.
Por cierto, en mi quinto intento por entrar a la mañanera -he sido rechazado cuatro veces- recibí la explicación más creíble de todas las anteriores:
"No es posible por motivos de salud del presidente".
CAJÓN DE SASTRE
"..."
RECIENTES PUBLICACIONES DEL AUTOR EN OTROS MEDIOS NACIONALES Y EXTRANJEROS:
https://www.sdpnoticias.com/autor/placido-garza/
https://muckrack.com/placido-garza
https://qoshe.com/yazar/pl-cido-garza/2695060
https://vanguardia.com.mx/autor/-/meta/placido-garza-irreverente-
https://www.sdpnoticias.com/opinion/craneos-febriles-no-estomagos-de-reptiles-serviles/