El asunto del fentanilo y la política
El affair entre EEUU y México por el tema del fentanilo no es sino otro motivo para reanimar y darle un poco de espacio a los políticos para probar que tienen razón para continuar siendo apoyados por sus votantes.
Nuestro presidente tiene razón, también todos los demás dignatarios que participan de las regalías políticas de seguir la lucha contra las drogas bajo los mismos principios de continuidad.
El consumo de drogas solo puede aspirar a controlarse, porque en tanto para mucha gente la vida apeste, hallarán la forma de auto destruirse en pleno ejercicio de su libertad para hacer lo que les venga en gana.
Libertad mala, pero libertad al fin, como tantos otros ejemplos.
El consumo de drogas, desde que la humanidad tiene memoria, ha sido la forma en que nuestra mente encausa todos los nihilismos que son la fácil respuesta a un mundo que resulta duro de vencer para algunos seres humanos.
Los expertos en la conducta humana concluyen que es un problema de salud y tienen razón, los juristas opinan que tiene componentes dentro de sistema judicial, y también tendrán razón. Los conocedores de políticas públicas pontifican que el tema es económico, de oferta y demanda, de precios, y así indican como debe usarse la regulación como salida, y tendrán razón.
Ante tanta verdad y razón es inevitable la pregunta:
Teniendo todos razón y ante los resultados observados, sabiendo además que siempre habrá consumo de drogas, ¿por qué no se aplica una política publica y acciones para manejarlo sin tanto derramamiento de sangre?
Porque quién controla los recursos económicos son los gobiernos y no la razón. Rinde mas social y electoralmente un hospital que meterle dinero a rescatar al grupo de excluidos que llamamos “enfermos mentales”.
Porque tener la razón en este absurdo mundo no es lo que mueve a los lideres y políticos para actuar, los mueve el control de las masas de electores y el miedo hace indispensable a todos los gobiernos y burocracias del mundo.
Rusia y Ucrania tienen razón en su absurda guerra, la OTAN por supuesto también tienen razón en agarrar partido en la misma. Israel y Palestina, ambos países, tienen razón en sus demandas justificantes de la persistencia del conflicto en Medio Oriente.
La lista de razones siempre ha existido para mantener a la humanidad al filo del caos.
Claro que puede ocurrir que algún loquito se le pase la mano o equivoque el botón de su tablero de mando y ocurra una hecatombe regional o mundial, pero siempre habrá razones de peso que justifiquen la destrucción y pérdidas de vidas, y quizás hasta hagan un buen negocio todos los actores políticos y económicos que lucran con la violencia.
Fentanilo, opio, mariguana, cocaína, alcohol... escoja la substancia que quiera, y el tema que se desee, la humanidad ya dispone de suficiente conocimiento y evidencias empíricas de causas, efectos y por lo tanto de soluciones.
Si no se resuelven, es simple y sencillamente porque a pesar de los 2000 años de evolución de las reglas de convivencia, la gobernanza es la única que todavía mantiene atavismos arraigados en el feudalismo de la casta gobernante, que se resisten a aceptar que el tutelaje de toda acción humana, es inoperante en un mundo de 9,000 millones de habitantes.