Entre Perú y Argentina

Gerson Gómez DETONA: Han trascendido, en la esfera física ya no se encuentran el Nobel Mario Vargas Llosa y Jorge Mario Bergoglio, ambos practicantes de sus posiciones naturales.

Mario como agnóstico, Jorge Mario como católico apostólico romano.

Ambos de influencia notable en el mundo occidental.

A Vargas Llosa siempre le pareció irrefutable el papel tan minúsculo del ser humano, a Jorge Mario el mismo se impuso el nombre de Francisco para su papado.

Bajo el mismo siglo sus lectores y escuchas cruzaron posiciones aparentemente irreconciliables.

Bergoglio vino a suplir al papa en retiro Joseph Aloisius Ratzinger, Benedicto XVI.

En ambos países de origen las dictaduras militares los sensibilizaron.

Sus posiciones resultaron incomodas para quienes detentaron el poder, Vargas Llosa al exilio voluntario, Bergoglio disciplinado jamás abandonó la misión ni el apostolado en su país de origen.

Propensos a sumar voluntades, en las páginas de los periódicos, Francisco I exhortaba el cese al fuego en Palestina, reconocer los siglos de mal trato hacia las minorías, el peso de toda la estructura desquebrajada de una iglesia en abandono.

El escritor Vargas Llosa en las páginas de sociales con Isabel Presley, conviviendo con la crema y nata de los socialites, interlocutor de un mundo venido a menos, convulso y poco admisible.

Solo ellos, en los extremos, ya conocen si sus posturas los colocan en la eternidad, si acaso existe, en lugares opuestos.

La sonrisa de Bergoglio dista mucho de la agria e infatuada de Vargas Llosa, ya juzgados a bote pronto por la humanidad, sudamérica existe.

No solo para el paso del migrante, concluye en los sucesores, del boom latinoamericano y de la resistencia religiosa, revuelta de ideales, en ambos extremos quedamos los siete mil millones de seres humanos, muchos de nosotros aletargados por las malas prácticas de los poderosos.

De ellos, contra toda posibilidad de redención, en el tiempo y espacio, el colapso inminente.
Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.