Invencible: Un Niño Fuera de Serie (The Unbreakable Boy/ EUA, 2025)
Invencible: Un Niño Fuera de Serie coincide con el estreno de la mexicana Lo que Dice el Corazón, ambos tocando el tema de familias con niños autistas.
Tema serio que Invencible maneja algo mejor que la cinta nacional cortesía de una buena presencia de Zachary Levi (conocido por las películas de Shazam) fuera de su zona de confort que son las películas donde interpreta a niños-adultos.
La película está narrada por Austin (Jacob Laval) que describe su vida desde que Scott (Levi) y Teresa (Megahann Fahy) se conocen, se enamoran y lo conciben pero con el detalle que hereda de la mamá, en un nivel un poco mas elevado, osteogénesis imperfecta, o sea sus huesos son extremadamente quebradizos.
A eso se le suma autismo, que como todo drama que toca el tema, es de ver cómo los padres van a vivir lidiando con el “problema” desarrollado por una serie de eventos que van a formar tanto a Austin, como a los papás.
En formas de pasar ideas al costo, el drama quiere enfatizar que sí, los papás en un momento dado no les queda mas que refugiarse en una zona de confort.
Para Scott son los clubes, el golf y el alcohol, para Teresa es jugar videojuegos y decir que el marido no le ayuda. En cierto punto es donde nos damos cuenta que el filme tiene raíces cristianas, pero sí, contacto con dios o no el primer paso para lograr un común acuerdo con la vida lo da uno mismo.
Y en si la película es ver como Austin es fuerte a pesar de sus grandes debilidades y su manera positiva de ver la vida no lo deja rendirse.
Tiene aires simpáticos con Scott, aún como adulto, compartiendo tiempo con su amigo imaginario Joe (Drew Powell) que realmente se avienta el mejor chiste de la película.
Todo bien, pero hay un momento donde se queda sin ideas el filme ya después de un catálogo completo de fracturas y lesiones e incidentes y accidentes donde la trama va en espiral a “lo mismo de siempre” y una buena dosis de La Rosa de Guadalupe que parece, nadie se salva.