La compasión

Alberto Halabe Bucay DETONA: De todas las virtudes que un ser humano es capaz de conquistar, la compasión es una de las más elevadas, y no es necesariamente tener lastima por otra persona ni deseos de ayudar a alguien en desgracia.
“A pesar de todo pienso que la gente es buena de corazón”

Y aunque la compasión también incluye tratar de sentir lo que la persona afectada está sintiendo, la compasión tiene un componente mucho más elevado que voy a tratar de describir.

La verdadera compasión también es por uno mismo, nadie desenvaina una espada sin esta compasión, nadie apunta con un arco y una flecha sin esta compasión, nadie dispara un arma sin esta compasión.

  • Nadie firma un contrato comprometedor para otra persona sin esta compasión.
  • Ningún juez sentencia sin tener esta compasión personal.

El ser humano es muy complejo, y esto es por su mente, o su alma, como se desee analizar, y este componente que es muy superior al entendimiento humano, es el que hace que cuando un ser humano tiene que realizar algún acto que afecte a otra persona, su misma mente (o alma) lo hace tener compasión por él mismo, por todo lo sobrenatural o lo no visible que pudiera pasar por los actos que debe cometer, o que podría evitar.

Napoleón Bonaparte pasó los últimos 5 años de su vida tratando de conseguir esta compasión personal en la isla de Santa Elena, sin lograrlo.

Por último, incluyo una frase de Dante Alighieri, el autor de “La Divina Comedia”, que podría englobar el análisis que intenté realizar sobre la verdadera compasión, la compasión a uno mismo:

“Si no se modera tu orgullo, él será tu mayor castigo”.

Alberto Halabe Bucay

Médico con título de la Universidad La Salle, pediatra egresado del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, escribe para DETONA y SDP Noticias.