La Delfina
Lo que se viene para junio del presente año en el estado de México es una encarnecida batalla de proporciones olímpicas.
Y no hago referencia a los juegos que por sana y justa tradición hasta han provocado el cese de fuego en algunas guerras. Si no a la mención histórica de hostigamiento crudo y despiadado durante aquella carnicería en el monte Olimpo entre los gálatas de Asia menor y la alianza romano-pergamenea, allá por el 189 a.C.
Aquella vez ganó LA ALIANZA. En esta ocasión el triunfo será para el otro contendiente.
MORENA (y no Delfina) ganará la elección del 4 de junio de 2023.
Debo confesar que no vi en vivo el debate entre las candidatas a gobernadora, Alejandra del Moral y Delfina Gómez. Le fallé como politólogo a don Niccolò Machiavelli.
Sin embargo, mi amigo y editor Plácido Garza me picó el orgullo cuando me preguntó hoy por la mañana si escribiría al respecto y decidí hacerlo.
Acá les comparto un poco de lo que rescato después de ver el encontronazo retórico entre Ale y Delfi (benditos servicios de streaming).
- La candidata de LA ALIANZA se plantó con seguridad y soltó datos duros, cifras, estadísticas pero sobre todo golpeteo. Ataques que ya estaban presupuestados. Y estos mismos calaron un tanto más en lo visceral, dejando de lado la postura de estadista por la de buleadora.
- La candidata de MORENA leyó, leyó y leyó su script tooodooo el tiempo. Pero le resultó la estrategia. Se vio tranquila, diligente y enfocada. Características muy necesarias a la hora de gobernar. Y más, una entidad como Edomex. Vi a una maestra, de esas de la vieja guardia que aunque no son buenas para improvisar, son muy eficientes para dar lecciones y transmitir conocimiento a sus oyentes.
- Me volví a sentir muy orgulloso de ser hijo de la Profr.ª Ruth Gómez Moreno. Grandísima maestra de primaria.
- Delfina Gómez ganó el debate con sólo una de todas sus participaciones cuando declaró: “la candidata del PRI pues se ha pasado todo el detabe atacando, calumniando y saben qué pues la entiendo, entiendo su desesperación está 20 puntos abajo en todas las encuestas y no debe de ser nada fácil saber que será la responsable de entregar el gobierno del estado de México al pueblo después de 100 años. Se acabó la corrupción del PRI”.
En ese momento, Thanos chasqueó los dedos y en Atlacomulco, tembló.
Y no porque la forma de expresarse de Delfina haya sido contundente sino porque quien le escribió la cita decidió evidenciar al PRI y no a LA ALIANZA. Ahí estuvo el gane.
100 años de corrupción que ahora sí, ya con un partido mermado, le dará el triunfo a MORENA.
La joya de la corona está depositada en Delfina Gómez porque con Alejandra se percibe más su apellido como el árbol que da moras que como el valor necesario y digno que requiere poseer todo gobernante para liderar.
Y si cuando gobierne Delfina se mantiene bien asesorada, leyendo bueno guiones y sin improvisar, puede que haya valido la pena su polémica candidatura.