La pequeña GRAN Eline Leonie: Una vida convertida en lección de amor
Al conocer su historia, te llenará el corazón. Esta tierna bebé es un gran ejemplo de fortaleza, de lucha y de aferrarse a la vida a través del vínculo del amor, la fuerza más grande que rige este mundo.
Eline nació con progeria neonatal. Este síndrome también es llamado Hutchinson-Gilford.
Esta pequeñita nació el 14 de noviembre del 2019 con un peso de 1200 gramos, midiendo 38 centímetros. Cuando cumplió los tres meses, los doctores y especialistas decían que tenía solamente el 2% de la posibilidad de llegar a un año de vida.
Esto fue tan sorprendente que a pesar del bajo porcentaje de probabilidad, Elaine vivió un año y tres meses, luchando y aferrándose a vivir y a disfrutar del amor de su mamá Michelle el mayor tiempo posible.
¿Qué es exactamente?
Este síndrome es "una anomalía genética progresiva que acelera el proceso de envejecimiento de los niños. Es una enfermedad que no tiene cura. Es muy poco frecuente y suele empezar cuando el niño tiene dos años. Al principio, no se ve ningún síntoma. La esperanza de vida de los enfermos es muy reducida y se sitúa en torno a los 13 años como promedio, ya que en algunos casos se han llegado a superar los 20 años".
Causa de muerte
Accidentes cerebrovasculares o el infarto de miocardio.
¿Qué provoca este síndrome?
Esto se provoca por la mutación de un gen: el LMNA. Esto afecta a una proteína, la lámina A. Esto causa inestabilidad en las células y es por eso que detona el proceso de envejecimiento. No es hereditario.
Michelle, la heroína sin capa
En este tipo de situaciones, la madre es otro ejemplo de fortaleza, de valentía, de lucha incansable, de agotamiento, de noches sin dormir, pero Michelle ha demostrado que el amor todo lo puede. Nuestra admiración total.
Michelle luchó porque Eline viviera feliz, rodeada de cariño y amor, sin importar su condición. Así lo demuestra en sus redes sociales, con fotografías que dicen más que mil palabras. Imágenes llenas de alegría, de amor, de entrega total la una con la otra.
Michelle, a pesar de que la pequeña Eline padecía este síndrome, nunca se dio por vencida, demostrando que era una niña especial por ser tan amada.
Gracias Michelle por ser un gran ejemplo de vida, libre del "qué dirán", sin importar nada más que demostrar que el amor todo lo puede. El hacer sentir a Eline tu cariño, tu afecto, tu risa y tu alegría, hicieron que su vida valiera la pena, dejándonos una gran lección a todos.
Un amor de madre siempre será más grande que cualquier problema. Es incondicional, transparente, en donde siempre nos sentiremos amados, un refugio de protección, de paz.