Mujeres: igualdad, educación y paz
Visto desde el enfoque interseccional, el lamentable hecho ocurridoen el Estadio Corregidora de Querétaro, y en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, se pone sobre la mesa la reconfiguración que debemos y urge hacer a la manera en la que se percibe la educación en nuestros niños, niñas y adolescentes.
Dado que en una edad temprana se adquieren los rasgos que forman la personalidad y es en esa etapa cuando se debe exponenciar la empatía y sensibilidad, es preocupante la exposición a la violencia que tienen nuestros pequeños y pequeñas.
Por eso hoy, 8 de marzo, destaco lo que colectivos, organizaciones, investigadores, psicólogos y expertos sociales comparten, relacionado a que las conductas agresivas de los aficionados se deben a múltiples factores, como la violencia, el fenómeno de la imitación, la reproducción de emociones negativas y el narcotráfico, situaciones que afectan a niñas y mujeres.
Tras una profunda reflexión, me es inevitable pensar en la importancia de la educación como herramienta para la paz y la igualdad, y la manera en la que se nos ha codificado y cosificado.
Según el género, se nos han (mal) asignado roles, tareas y comportamientos, los cuales son favorecidos por los ambientes en los que nos desarrollamos.
Ejemplo claro es el contexto ´masculinizado´ que se le ha dado a un estadio, donde se ´avalan´ ciertas conductas, las cuales, fuera del mismo, podrían tener mayores repercusiones.
Es aquí cuando el tema educativo, tanto tradicional como asertivo, se relaciona, ya que juegan un papel fundamental la marginalización, la desigualdad, el racismo, el clasismo y otros males, elementos que catalizaron los hechos en el juego de Querétaro contra Altas.
Hay que poner el ojo en educar a nuestros hijos e hijas en igualdad real, para que se nos facilite validar sentimientos y derechos, porque de nada servirá seguir conquistando caminos si esto no va a acompañado de una educación para todos y todas.
PAZ DURADERA
Si no hay un cambio en la educación ¿cómo podríamos deconstruir y construir mejores realidades, conceptos, panoramas y ambientes que nos despejen el camino hacia una paz duradera?
La eliminación de las barras, la cancelación de la liga o la sanción a los equipos no son la solución a este gran problema que conlleva machismo, violencia patriarcal, discriminación, estigmatización, abuso de poder, falta de sensibilidad, discurso misógino y homofóbico, y muchos más.