Oppenheimer / EUA e Inglaterra, 2023
Oppenheimer es la interpretación del director Christopher Nolan de tres momentos críticos en la vida de J. Robert Oppenheimer, personaje que la historia lo coloca como el creador de la bomba atómica.
Cillian Murphy encarna al notable personaje: un genio innegable, controversial por sus ideas y más aún por su inclinación por ideas y políticas socialistas y comunistas, y que aún con todo esto, fue escogido para dirigir el Proyecto Manhattan.
La película, a como la monta el realizador Nolan, tiene un estilo irreverente de diferentes planos narrativos, anacrónicos, muy al estilo de Tenet y Dunkirk.
La principal es la línea de Oppenheimer y cómo llega en 1942 a ser cabeza principal de la carrera por ser el primero en tener una bomba atómica.
En paralelo, las audiencias de la Comisión de Energía Atómica de 1954 donde se va a crucificar al científico por ser “no confiable” y un riesgo para la seguridad de los EUA.
Y un tercer e interesante montaje, otra serie de audiencias en el Senado de los EUA en 1958, donde Lewis Strauss (Robert Downey Jr.) busca ser ratificado para el puesto de Secretario de Comercio porque el presidente Dwight D. Eisenhower ya no lo quería como cabeza de la Comisión de Energía Atómica.
A pesar de estar separados en tiempo y espacio, todas las tramas se unen en la película por ideas o personajes.
Ya sea Albert Einstein (Tom Conti), otros genios como Niels Bohr (Kenneth Branagh) o Enrico Fermi (Danny Deferrari).
La grandilocuencia fílmica de Christopher Nolan es impecable como siempre, y el manejo de su estilo, su lenguaje cinematográfico es por igual impresionante.
Su visión de la vida y obra de Oppenheimer, está montada en pantalla de manera magistral, pero sobre todo, demuestra qué sentía, qué vivió el notable personaje luego de inventar la primera arma de destrucción masiva.
Somos testigos de un micro universo que rodea al científico en plena masa crítica, en pleno momento de la implosión y de la reacción en cadena de fuerzas que no pueden ser detenidas que moldearan al mundo a un futuro incierto durante la Guerra Fría.
De tremendos genios, que pasan de ser héroes a personas non gratas: somos testigos del momento donde los científicos dejaron de ser voces de opinión y los regresaron a sus laboratorios a trabajar incansablemente por buscar armas mas poderosas y más destructivas.
Genios a los que de repente se les da la espalda y genios que serán destruidos por envidias y obsesiones personales a la par de Alan Turing, descrito en El Código Enigma (The Imitation Game, 2014).
La duración de la película de tres horas pasa volando, cortesía de una impecable edición, pero que no sacrifica intensidad y profundidad en personajes y tema.
Salvo por un clímax demasiado sostenido y muy ruidoso que incomoda.