Premeditación de destrucción
Empecemos:
Salinas era el que "nos iba a llevar al primer mundo", y nos llevó al "error de diciembre".
Fox, era el "presidente del cambio", que no cambió nada.
Calderón, se suponía que iba a ser "el presidente del empleo", y el de "las manos limpias". Y resultó que sí, le dio empleo a miles de jóvenes... En las filas del crimen organizado. Por lo cual, terminó con las manos ensangrentadas.
Y Peña, el "presidente de las reformas"; que resultaron ser "la subasta de México". El "Pacto de México" fue realmente el "Rapto de México".
Como alguien dijo: "Otro sexenio más con ellos, y nos dejan sin país".
Zedillo también vendió parte del país, provocó desempleo, tuvo crisis económicas.
Pero, tenía el consuelo de ser el presidente con más popularidad al final de sexenio (debido a que permitió el "cambio")...
Hasta que llegó AMLO.
Y, les demostró que lo de ellos, era una pantomina, una simulación de democracia y de "respeto" a los DDHH, para que pudieran hacer negocios con el mundo.
No solo eso:
- Les demostró como crear empleos, generando verdadera inversión, y no vendiendo al país.
- Les demostró, como aumentar sueldos, sin provocar una inflación desenfrenada.
- Les demostró, como aumentar los apoyos sociales y disminuir la deuda al mismo tiempo.
- Les demostró, lo que era una verdadera disciplina fiscal, que permitió acumular, como nunca, divisas extranjeras en nuestras reservas monetarias.
Pero, sobre todo, les demostró que se puede ser nacionalista, y rescatar la soberanía del país en muchos rubros, como el energético y el de salud; y, al mismo tiempo, tener un crecimiento ordenado.
Así que a los últimos expresidentes, todos con maestrías y doctorados, los evidenció como unos inútiles, unos ineptos, o, por lo menos, unos perversos.
Esto último, porque el hecho de que aumentarán la pobreza de la población mientras vendían los bienes de la nación, no lo hicieron por ignorancia.
Lo hicieron, completamente a sabiendas, con premeditación, alevosía y ventaja. Como en un homicidio doloso. Solo que, lo que estaban asesinando, era a la nación mexicana.
Hoy, que casi el 80% de los mexicanos le aplaudamos de pie a AMLO; mientras ellos no nos pueden restregar un "error de diciembre", un "Aguas Blancas", un "Acteal", un "Allende" o un "Ayotzinapa", no se diga un "Atenco", los saca de quicio.
Hoy, un desempleo en mínimos históricos, con una recuperación del salario del 80%, los pone frenéticos.
Hoy, que 9.5 millones de personas salieran de la pobreza, que la pobreza laboral disminuyó a un 35%, el porcentaje más bajo en décadas, mientras, al mismo tiempo, los banqueros y los empresarios obtuvieron ganancias como nunca; los deja rechinando los dientes de pura rabia.
Pero, sobre todo, que hoy tengan que pagar impuestos al gobierno, y utilidades a los trabajadores, les hiere en lo más profundo de su ego.
Sí, quedan pendientes, como la violencia.
No puedo dejar de pensar en el general que dijo que "el cese de la violencia en Sinaloa depende de la voluntad de los que la generan".
Palabras más, palabras menos.
Pero, "extrañas palabras", por decir lo menos, en un momento de cambio sexenal.
Lo cual solo va a provocar que, si olvida que el Ejército tiene el monopolio de la fuerza, y cuenta con la ventaja de la Fuerza Aérea, y no puede, quiere o sabe utilizarla, pues: muy seguramente pondrán a otro general en su lugar que sí sepa, pueda o quiera utilizar dicha fuerza del Estado.
Y, estoy seguro, que ese será el primer mensaje de Sheinbaum: si eres un inútil, serás removido.
Como ocurrió con los políticos del PRIAN.
Pero, peor, si eres un perverso que no hace las cosas como es debido, no sólo serás removido.
Vas a recibir la ignominia del Pueblo.
Porque la premeditación para destruir a nuestra nación, a México, nunca la podremos validar.
Mucho menos, apoyar.