¡Wow!

Proyecto Biósfera 2: El experimento de confinamiento que casi mató a sus participantes

Tal parece que el estar encerrados no es parte de la rutina de los seres humanos

Un grupo de ocho investigadores decidieron en 1991, llevar a cabo un experimento para comprobar si el ser humano podía vivir en otros planetas en colonias recreadas con varios ecosistemas del planeta Tierra.

Los participantes llamaron a este proyecto Biósfera 2 y durante dos años, se encerraron en una estructura de cristal y acero.

Los investigadores llamados "biosferanos" por el proyecto, tenían que cultivar sus propios vegetales, recolectar granos del suelo y obtener proteínas de animales de granja. Los peces eran criados en estanques de acuicultura.

CONSTRUCCIÓN DEL COMPLEJO BIÓSFERA 2

El ecosistema artificial consistía en tres edificios. El primero era un enorme domo de cristal y acero, el segundo un área subterránea de tecnología y el tercero una zona destinada al hábitat humano.

El complejo se construyó en Oracle, en el desierto de Arizona en Estados Unidos.

En el domo de 28 metros de altura, se construyeron los cinco ecosistemas: un bosque tropical, un desierto, una sabana, un manglar, y un océano con arrecifes de coral.

RESULTADOS NADA FAVORECEDORES

Aunque el plan del proyecto estaba "bien definido" como llevar a cabo trabajos de agricultura, los biosferanos se llevaron la sorpresa que los cultivos no crecían al ritmo estimado, quizás porque al final de cuentas, estaban dentro de un escenario ficticiode ecosistemas terrestres.

Ante la falta de cultivos, la comida comenzó a escasear. Algo tan importante como el oxígeno era insuficiente, este panorama complicó la convivencia de los cientifícos y la tensión comenzó a sentirse.

Entre los participantes, había un médico que se encargaba de vigilar la salud de las personas que estaban en medio de un confinamiento.

Algunos frutos crecían más que otros, así que en ocasiones tenían que experimentar comidas con solo un ingrediente, esto provocó que los participantes bajaran de peso.

Y para complicar aún más el ya difícil encierro, comenzó a faltar el vital oxígeno, mientras subían los niveles de dióxido de carbono.

"No podía terminar una oración sin que me faltara el aire", dijo Nelson uno de los participantes.

La pérdida de peso de los biosferanos, aunado a los bajos niveles de oxígeno, los hacía propensos a sufrir un daño cerebral.

LLEGA AYUDA DEL EXTERIOR

El proyecto causó gran impacto mediático, se crearon recorridos para que los turistas acudieran a ver cómo vivían en el complejo a través de los cristales.

No podían quedar mal y solo decir "nos rendimos", sería admitir que el proyecto había fracasado.

Los participantes decidieron terminar los dos años en confinamiento, pero requirieron la ayuda del exterior, por ello, les fue enviado alimento extra, bombas de oxígeno y extractores de dióxido de carbono.

Completar los dos años en confinamiento no fue suficiente para la prensa, quien calificó el proyecto como un 'fracaso'.

Actualmente, Biósfera 2, pertenece a la Universidad de Arizona y se utiliza como centro de investigación sobre los ecosistemas de la Tierra. Los confinamientos y experimentos ya no se hacen en el lugar.