Semana Santa en un Acapulco inmortal
No tendría por qué, por más que estos días alimenten los milagros
Al menos 14 homicidios se registraban al viernes, y una camioneta de transporte público quemada y un líder campesino atacado a tiros.
Lo de costumbre, crimen, espanto.
Súmese a eso la incompleta, anárquica y no muy bella reconstrucción tras el paso del bíblico Otis, 18 meses atrás.
Pero si alguien pensó que esas noticias tendrían un impacto demoledor sobre el turismo, se ha vuelto a equivocar.
La alcaldesa Abelina López agitó la bandera del entusiasmo antes de las vacaciones con un sencillo “vénganse a divertir a Acapulco” y los turistas se fueron para allá
A estas alturas no se puede hablar de resurrección, porque el atractivo del puerto parece ser inmortal.
Cuando la autoridad local informó de una ocupación hotelera de 93% en lo que iba de Semana Santa pareció una mentira piadosa.
Luego el gobierno federal confirmó con puntualidad que la ocupación marcaba 92% al sábado, perfectamente distribuida entre la zona Diamante, la Costera y el Acapulco tradicional.
En números absolutos se ocuparon tres cuartas partes de las habitaciones del 2023 preOtis.