Beep, Beep...
Era 1965, yo estaba recién renunciado de la dirección del Canal 6, primera televisora de TIM que con tanto entusiasmo había arrancado de la nada con el apoyo económico y dirección de Don Eugenio Garza Sada.
Siendo director de la televisora, me percaté de la urgencia que había para localizar a redactores noticiosos, camarógrafos, y demás personal con la velocidad con la que se vive en la televisión y analicé muchas ideas.
La que más me gustaba era la que después habría de llamarse Radio Beep.
Era un plan ingenioso a través del cual, usando una sola frecuencia radioeléctrica, que es un recurso muy limitado, podríamos enviar mensajes individuales sin que los demás receptores, que estaban en la misma frecuencia, los escucharan.
Para ello, diseñé un plan de tonos codificados que al decodificarse activaban la sección de recepción del receptor en cuestión.
Nadie me entendía, a nadie le gustaba la idea, todos me juzgaban maniático y sonador.
A pesar de los portazos, persistí en la idea, desarrollé el prototipo y me fui en busca de un fabricante que se interesara en el proyecto…me topé en piedra azul, visité en NY a Multitone, Webster Electric, E.J. Johnson, Bell and Howell y por supuesto a Motorola.
Nadie se interesó, me juzgaban soñador e inmaduro.
IR HACIA MENTES MÁS CAPACES
Me quedaba una sola opción: ver el mismo asunto a un nivel superior con mentes más capaces.
Pedí una cita con el CEO y Chairman de Motorola, Bob Galvin, hijo del fundador…me la concedió y me presenté con él.
Después de enterarlo de mi proyecto, mandó llamar a cuatro de sus ejecutivos del siguiente nivel y les dijo: “Este señor de México trae una idea que podría revolucionar las telecomunicaciones en el mundo, me gustaría que lo escucharan…”
Salté y le dije que ellos ya me habían escuchado los días anteriores pero que pensaban que era algo iluso y que no le veían aplicación práctica. Eso provocó una discusión enfrente de él.
Ellos a que NO y yo a que SÍ. Después de argumentar por más de cuarenta minutos, Mr Galvin dio un manotazo en la mesa y dijo:
y dirigiéndose a mí, me pidió que lo esperara unos meses y que harían contacto conmigo cuando hubiesen completado el desarrollo.
Luego me pidió que no lo comentara con nadie más porque iban, entre otras cosas, a patentarlo.
Le mencioné que ya había estado con otras empresas y resultó que una de ellas, que me había rechazado la idea por impráctica, inmediatamente presentó diseños y documentos y la patentó.
Pero nunca vi un modelo de ellos en el mercado, así que, soy el creador de la idea, pero no soy el inventor por no haberla patentado antes bajo mi nombre.
El nombre “Radio Beep” lo registré en aquellos mismos años de los 60s y ha sido y fue el nombre genérico, tal como mi idea se conoció y se popularizó en todo el mundo.
Continuará…
Gustavo M. de la Garza O. es presidente de Marcatel y uno de los cuatro más importantes jugadores de fibra óptica en el mundo. Entre sus clientes se cuentan las principales cadenas de televisión y otros medios informativos a nivel global.