Cirujano plástico requiere implantes... de decencia

NOTA DEL EDITOR: En esta Sección DETONAMOS denuncias de usuarios contra malos proveedores privados y públicos de todo giro: médicos, arquitectos, ingenieros, contratistas, abogados, contadores, comerciantes, hospitales, restauranteros, de cualquier ciudad. ¿Qué le queda a un defraudado por su proveedor? Exhibirlo, pues México no tiene leyes que los jalen a cuentas.

Los nombres de las personas afectadas son lo de menos, porque como ellas hay muchísimos casos de pacientes que caen en las redes de la descontrolada publicidad que las redes sociales ofrecen, en competencia desleal con medios de información acreditados e incluso regulados y certificados como tales.

Es tan fácil ostentarse como adalides de sus profesiones u ocupaciones, que basta con abrir una cuenta en FB, twitter, Instagram y pagar algunas apariciones en Youtube, para que la publicidad fluya y se encargue del resto.

Aunque a petición expresa de los afectados sus nombres no aparecen -por ahora- algunos de ellos han emprendido ya acciones legales que a lo mejor les van a costar más caro que el dinero que podrían recuperar mediante esos procesos.

PROFECO.

Tristemente, PROFECO y cero son dos ceros a la izquierda.

Los 32 delegados e incluso el procurador federal del consumidor, Francisco Ricardo Sheffield Padilla, están llenos de buenas intenciones, pero su accionar es tan pero tan limitado, que a lo más que llegan es a multar al "juega vivo" y el afectado se queda chiflando en la loma de coraje.

CONAMED.

Cuando el caso es médico, entra en "acción" la CONAMED, Comisión Nacional de Arbitraje Médico, que preside un tal Dr. Héctor Fernández Varela.

Este organismo al igual que PROFECO, es una total nulidad, por su burocratismo y en el mejor de los casos -para no ser mal pensados- no tienen dientes para actuar en contra de los prestadores de servicios de salud públcos o privados, que joden a la gente.

SEGUROS.

En el caso de los seguros, otro tal por cual, Ricardo Ernesto Ochoa Rodríguez es presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzasmonumental farsa que arropa a las compañías del ramo -nacionales y extranjeras- que venden a precio de oro y a cómo se les pega la gana, las coberturas para sus clientes.

WILFRIDO NEVÁREZ.

Como botón de muestra va el siguiente caso de una mujer que vive y trabaja en Pénjamo, Guanajuato y que contrató los servicios del cirujano plástico Wilfrido Nevárez, que despacha en la calle Hidalgo número 2480, consultorio 306, en la Colonia Obispado, de Monterrey.

Separó cita para una rinoplastia desde octubre del año pasado y sería intervenida por Wilfrido en julio próximo.

Para asegurar fecha, pagó como anticipo de los honorarios, $12,000 y debido a dudas que le asaltaron después de consultar con varias amigas suyas que fueron atendidas por el citado plástico, decidió cancelar su operación y -obvio- solicitó el reembolso de su dinero desde diciembre del año pasado, esto es, ocho meses antes de la cita programada.

Y ahí empezó su calvario, pues aunque pidió hablar con Wilfrido, éste se negó varias veces a atenderla por teléfono.

Las caninas guardianas que el médico éste tiene en su consultorio se pasaron de la raya, al advertirle que no procedía para nada la devoución de su dinero.

De tanto insistir, alguien del consultorio de Wilfrido le ofreció regresarle solo $4,000.

La paciente preguntó por qué la retención de los $8,000 restantes y nunca recibió una explicación valedera.

En una de esas llamadas, alguien en nombre de Wilfrido le dijo que por lo menos le pagara una consulta, a lo que la paciente le preguntó la razón de ello.

En una de sus últimas llamadas, Wilfrido se dignó atenderla y le dijo: "Si no aceptas los $4,000 ni eso te regresaremos".

La mujer de Pénjamo se animó a decirle que ante esa reacción dfundiría su caso en las redes sociales.

Cínico y envalentonado, Wilfrido le respondió:

"Házle como quieras".

La paciente no tuvo más remedio que aceptar los $4,000, a regañadientes y echando chispas contra el mencionado plástico.

¿TAN JODIDA ESTÁ LA COSA QUE SE MUEREN DE HAMBRE SI NO DEVUELVEN EL DINERO?

Esta paciente y otras más se preguntan -y yo también- si la cosa está tan jodida como para que tipos como Wilfrido -hay otros, de los que me ocuparé posteriormente- se nieguen a regresar HONORARIOS QUE NO DEVENGARON.

"Al menos éste, es un muerto de hambre", expresó visiblemente encabronada la paciente,que va a difundir su caso en las redes sociales, pero por lo pronto, supo de DETONA y puso en mis manos tal situación.

Finalmente, Wilfrido va a estar conforme, porque él mismo le dijo a la afectada: "Házle como quieras", y la paciente está haciendo justo eso, lo que quiere...

NOTA DEL EDITOR:

DETONA cuenta con los servicios legales un acreditado despacho de abogados que le entra al quite para defender al cuerpo editorial, colaboradores y suscriptores de esta Casa Editora.

La quejosa de este caso recibe ya el apoyo de uno de los abogados del despacho referido.

Y agradeciendo el gesto, respondió:

Ya contraté a un despacho de la CDMX que se hará cargo de -por lo menos- demandar a Wilfrido para que me regrese mi dinero, y no es por eso que lo hago, sino porque quiero sentar un precedente para que quienes caen recurrentemente en estas prácticas desleales de comercio vil, lo piensen dos veces.

El asunto va todavía más allá, porque esta persona cuenta con recursos suficientes para hacerse cargo legalmente de otros afectados como ella.

Así que, estimados médicos que andan en las mismas que Wilfrido, pónganse buzos porque les acaba de salir una justiciera -hasta ahora anónima- que defenderá LEGALMENTE por su cuenta y costo a otras personas afectadas como ella...

El aviso es también para las autoridades, pues la mujer de Pénjamo está haciendo el jale que corresponde al gobierno y a los organismos citados aquí arriba.

Seguiremos informando...

DETONA se une a la pena de nuestro socio editorial Ángel Quintanilla, por el sensible fallecimiento de su hermano.