¿”Desacoplar” o reducir riesgo? El equilibrio de la relación EUA-China

Enrique Alanis DETONA aquí: Eliminar la relación comercial entre EUA y China en el corto plazo y de manera radical, no conviene a ninguna de las partes.

Hasta el mes de abril de este año, el gobierno de EUA había utilizado frecuentemente el concepto de “desacoplar” (del inglés “decouple”), para referirse a la estrategia que ha procurado implementar con el fin de reducir la interconexión y dependencia con China, en todos los aspectos.

Dicho concepto, en su significado y en el manejo de líneas discursivas por parte de las autoridades estadounidenses, se interpretó por parte de algunos analistas como una “separación radical”, una desconexión entre ambas naciones.

Dado que el concepto generó preocupación en el resto de los países, y seguramente inconformidad de China, el nuevo concepto que EUA comenzó a comunicar, es el de “reducción de riesgo” (del inglés “de-risk”). Este último, tampoco ha sido hasta el momento definido oficialmente por alguna autoridad estadounidense, lo cual implica ambigüedad sobre qué reducir, cómo, cuándo, y hasta dónde.

Bajo este nuevo concepto, especialistas estiman que el objetivo principal de EUA es reducir la dependencia de China en bienes y servicios considerados esenciales, y además, limitar la disposición o intercambio de productos que amenacen la seguridad nacional. De ahí el surgimiento del llamado “nearshoring” -para producir a la brevedad en otras naciones-, y de la implementación de controles a las inversiones y exportaciones de EUA a China, que incluye todo tipo de tecnología avanzada, como por ejemplo, semiconductores e inteligencia artificial.

Recientemente, la Secretaria de Comercio de EUA visitó China para reunirse con su contraparte. Entre sus principales objetivos está el determinar cuáles son los productos estadounidenses de bajo riesgo, que no requieren de restricciones para el intercambio comercial con China. Acto seguido, a 27 empresas chinas se les retiró la limitante de acceder a ciertas tecnologías estadounidenses, con el fin de reducir la tensión entre las naciones.  

Mi análisis y prospectiva:

Un “desacoplamiento” que implica un cese total de la relación comercial entre EUA y China, generaría para EUA una inflación inmediata y elevada, derivada de una rápida escasez de productos, ya que China continúa siendo el mayor productor global de bienes. Por ende, los cálculos económicos de los estadounidenses han llevado a redefinir una estrategia menos radical y selectiva, a través de la “reducción de riesgo”.

Por otra parte, EUA es el país con mayor capacidad de poder adquisitivo, y el principal socio comercial de China. Es decir, eliminar esta relación comercial en el corto plazo y de manera radical, no conviene a ninguna de las partes.

Además, seguramente un “desacoplamiento” de las dos economías más grandes, tendría efectos sobre los países aliados de uno y otro, pues ante una postura radical, se esperaría que ambas potencias también solicitaran a sus aliados asumir una postura similar. Dicha situación dañaría significativamente el comercio internacional, la globalización, y las relaciones internacionales entre países.

Es de esperar que EUA continúe limitando el comercio de toda tecnología avanzada o producto que amenace de manera directa o indirecta su seguridad nacional, sin embargo, actualmente se mantiene baja la probabilidad de afectación sobre productos de consumo generales.

El “desacoplamiento” representa un escenario “perder-perder”, y mientras EUA y China mantengan interconexión e interdependencia comercial y económica, aún bajo la estrategia estadounidense de “reducción de riesgo”, se reducen las probabilidades de mayor conflicto y se abona a la estabilidad internacional.

Enrique Alanís

Ejecutivo con experiencia en alta dirección en la iniciativa privada, en el sector público como Secretario en el Gobierno de Nuevo León, y como presidente y miembro en ONGs. Columnista, “vlogger”, expositor. Consejero en empresas y organismos. Economista y Maestría en Comercio Electrónico por el ITESM, Maestría en Relaciones Internacionales por la Fletcher School of Law and Diplomacy.