El desafío de ser mujer en Nicaragua
Este ocho de marzo en Nicaragua lo vivimos con catorce presas políticas en el país: mujeres que aspiraron a formar una oposición han sido enjuiciadas y sentenciadas en medio de procesos viciados en los que han violentado todas sus garantías individuales.
Ayer continuó el juicio a Cristiana Chamorro acusada de lavado de dinero, bueno ni su chofer se salvó también fue arrestado y acusado junto a Cristiana.
Al igual que en otros países, las mujeres enfrentamos la desigualdad en cuanto a salarios, la sobrecarga de trabajo en el hogar, la responsabilidad de la crianza de los hijos y el cuidado de los adultos mayores. Tenemos de frente todos los desafíos que nuestro género puede enfrentar en el mundo, y a todo esto le sumamos el lidiar a diario con todos los obstáculos que nos impone la dictadura que se consolidó en el país.
Una mujer en Nicaragua no puede salir a manifestarse por la igualdad.
Cualquier manifestación está prohibida, no puede formar parte de alguna agrupación opositora al gobierno porque te encarcelan y te torturan para que dejes de soñar con un país distinto y vivas con terror.
Este es un artículo de Expediente Público con datos muy interesantes sobre la situación de las mujeres en Nicaragua; si bien no tenemos tantas muertes por feminicidios como en México, lidiamos con la persecución política, exilio, carcel y tortura.
No puedes escribir libremente con tu nombre y apellido criticando al gobierno porque las leyes lo prohíben, te pueden acusar de menoscabo a la integridad nacional, le pueden agregar la ley de ciberdelitos y si se le antoja al juez te pueden dar una sentencia de entre tres y doce años de cárcel.
Disentir y alzar la voz se paga con cárcel, tortura y persecución para las presas y sus familias.
En una dictadura donde una mujer gobierna junto a su esposo, la situación es más que crítica porque la gestión dura de Rosario Murillo y Daniel Ortega hace que las mujeres en Nicaragua seamos cada día más vulnerables.
Durante su gestión, han cerrado más de cien Organizaciones No Gubernamentales, muchas de ellas daban ayuda a mujeres.
Pero a pesar de la adversidad, existen voces que no callan ni dentro ni fuera de Nicaragua; no debemos callar hasta el día en que Nicaragua sea una verdadera democracia, hasta que no haya presos y las mazmorras de terror dejen de existir, no debemos dejar de soñar... es un lujo que no podemos darnos.
Mi solidaridad con todas las mujeres del mundo, en cada continente tenemos desafíos gigantes y diversos en Afganistán, India, México, Nicaragua, Ucrania y todos los países del mundo tenemos un común denominador, en mayor o menor medida, y es que estamos expuestas a mayores índices de violencia solo por ser mujeres.